FERROCARRIL DE ARICA A LA PAZ, EMPRESA QUE TIENE
MÁS DE 100 AÑOS Y AÚN LUCHA POR SOBREVIVIR

Por Manuel Guajardo Torres
Ex ferroviario del F.C.A.L.P.
(Capítulo IV)
MGUAJARDO
Como ariqueño no dejaré de mencionar y pronunciarme respecto del Ferrocarril de Arica la Paz (sección chilena), otrora empresa rectora de Arica, a saber encargada del Puerto – de la planta de luz y fuerza – Agua Potable – Hotel Pacífico – su grandiosa maestranza: – Talleres de casa de Máquinas – Herrería y forja – Taller Eléctrico – Taller de autos – Taller de carpintería – taller de fundición –taller de tornería fresadores y matriceros etc.
Además su sección de vía y obras, encargada de velar permanentemente por el mantenimiento diario de la vía férrea. Igualmente, su completa sección de materiales y almacenes; asimismo, su departamento de arquitectura, encargada de la mantención del Edificio de la Administración, el que actualmente da tristeza su deplorable estado; de las estaciones y de todos los inmuebles.
Y como si fuera poco con un gran policlínico, para su personal y familiares el cual contaba, con servicios de Pediatría, Medicina General, Cirugía, Dental, Ginecología, Practicantes, Ambulancia, Rayos x, Farmacia con medicamentos gratuitos (remedios) y médico a domicilio.
Incluso, este F.C. contaba hasta con una agencia en la Paz-Bolivia, para atender y agilizar gran parte de la gestión que corresponde a una empresa con características internacionales, como lo era el F.C.A.L.P.
Concretamente, atendía la recepción y despacho del automotor de pasajeros; atención de documentación relativa a las diferentes cargas que transportaba; reuniones y convenios con diferentes empresas que requerían de este servicio, sobre todo con las compañias mineras que exportaban parte de su producción, tales como la COMIBOL INTERNATIONAL MAINE y otras, de tal forma que el equipo no retornara vacío.
Además se hacía toda una gestión y pesquisa para que el equipo rodante chileno retornara lo antes posible, ya que éste en Bolivia lo ocupaban en sus servicios internos, dado a que la tasa que Chile les cobraba en ese tiempo, por día de atraso en la devolución era muy baja, lo que además ni siquiera la cancelaban.
Esta situación la hago pública y con propiedad, en virtud de que cuando me desempeñé en este F.C., me tocó trabajar en comisión de servicio en dicha agencia, por espacio de dos años aproximadamente.
El que suscribe, de raigambre ferroviaria, conjuntamente con su padre y hermano mayor Francisco (ambos Q.E.P.D.), trabajamos por muchos años, donde quedaron buenos amigos y compañeros de labores, recuerdos que ellos se llevaron y que yo aún mantengo presentes en mi memoria. Sinceramente, creemos que en nuestro pasar más de un grato momento dejamos como funcionarios y dirigentes.
Ahora, con el devenir del tiempo y las gestiones de administración del centralismo, nuestro ferrocarril fue perdiendo su identidad y patrimonio como tal, quedando en una inopia franciscana, sin su Maestranza (talleres) herramientas – casas – mobiliarios – vehículos material rodante y el remate de sus locomotoras.
Qué exclamaría uno de los administradores – Delegado de esa época, Don Jovino García Suárez y ex consejero de la Junta de Adelanto de Arica, de la venta y remate de su preciado equipo rodante, que en ese periodo supo dotar a este ferrocarril. Vehículos de tracción, de los cuales no se puede prescindir y por ende cumplir compromisos de Tratados con Bolivia, la carga de Ultramar.
Para qué hablar de las desmanteladas y saqueadas estaciones, donde seguramente allí se vivió más de algún coloquio en las interminables noches a la espera de la llegada de los convoyes de carga, tras su paso por las escarpadas vías de esa interminable cremallera de pendientes inagotables. Más de algún carrilano, que nos antecedieron en esos lugares inhóspitos, nos legaron con su tesón y esfuerzo su capacidad para ganarse el sustento diario.
Tampoco debemos dejar de lado o en el olvido a aquellos mártires que ofrendaron sus vidas en los apartados lugares cuando se descarrilaban aquellos convoyes en plena vía, incluso algunos trenes caían en las profundidades de los cerros. Esto sucedía casi frecuentemente con las locomotoras a vapor. Sin duda, como ciudad pequeña estos accidentes nos marcaban por su espectacularidad y el gran despliegue de medios y personal del ferrocarril. Esto era antes de la llegada de las Locomotoras Diesel.
Quienes transitamos diariamente por el sector de la calle 21 de Mayo nos duele en la intimidad el estado ruinoso que se encuentra el edificio de la Administración y sus Andenes, totalmente abandonados y dejados a su suerte. Qué dirían los ex Presidentes de la República, ahora fallecidos, señores IBAÑEZ Y ALESSANDRI, quienes disfrutaban su estadía en Arica de sus paseos por las dependencias del Andén y alojando en la señorial casa de la Administración (otro error dado a que ésta y otros hermosos inmuebles de la Calle Máximo Lira, fueron demolidas); rincones plagados de recuerdos ferroviarios.
Como ex –ferroviario e hijo de ferroviario, no es que esté lamentándome con recuerdos melancólicos o melodramáticos. Tan sólo destacamos que esa gran empresa llamada F.C.A.L.P. funcionaba como reloj y lo tenía todo. Ahora no se tiene ni asimisma.
El error más grande – una opinión muy personal – es que el Estado se haya desentendido de este ferrocarril y además concesionarlo. No le echemos tan solo la culpa del deterioro de la línea férrea, a la caída de los puentes, a raíz de la crecida de los ríos y los dos últimos sismos. De eso, ya ha pasado bastante tiempo y esta empresa sigue sin funcionar. De la misma manera, no culpemos a las huelgas y conflictos internos de Bolivia, porque de que tenemos uso de razón, aún con esos contratiempos igual funcionaba este ferrocarril.
POLÍTICA DE ESTADO
Aquí definitivamente lo que hay que hacer no es tan complicado. Se requiere de una solución estatal, como medida igual que para la mayoría de las dificultades de Arica: se necesita una “POLITICA DE ESTADO” y muy específica. Reconozco que en la actualidad se está trabajando en ello, pero se requiere más dinamismo y más aún si se cuenta con fondos tanto sectoriales, regionales y especiales (PEDZE).
Lo esencial es que este Ferrocarril empiece a funcionar lo antes posible y así no darles un motivo más a nuestros vecinos, para que se sigan victimizándose y nos hagan aparecer a los chilenos internacionalmente como los malos de la película. Obviamente que una vez reparada y remediada de los metales pesados, la vía férrea (sección chilena), se tendría que dotar con buenas y modernas locomotoras y equipo rodante (bodegas, carros planos, imperiales y otros adecuados a cargas específicas).
El otro paso a seguir, como una sugerencia muy personal y con mucho sentido común, es que en el caso de que el Estado no asuma la responsabilidad directa de esta empresa, la otra alternativa sería que se haga cargo una entidad ariqueña, como la Empresa Portuaria de Arica, la Municipalidad u otra, pero nunca concesionarla a un privado, dado a que este ferrocarril obedece a un Tratado internacional.
Además, sugiero que para su funcionamiento se contraten como funcionarios a personas idóneas con experiencia en el tema, como a ex – ferroviarios y que amen a Arica, para que le pongan el hombro como lo exige la recuperación del ferrocarril de Arica a la Paz (sección chilena).
Finalmente he de esperar que este ferrocarril recupere el sitial que nunca debió perder; como la empresa rectora e ícono de nuestra querida Arica.