Por décadas en nuestra ciudad, hemos cometidos grandes errores en temas de desarrollo estratégico y con los resultados ya conocidos para la región.
Esta vez, según este Gobierno Regional y su plan especial de desarrollo de zonas extremas, que tiene un mandato presidencial, ha comprometido muchos recursos y priorizado una vez más, un anhelado proyecto de alto impacto Científico – Turístico para la ciudad, como lo es la próxima construcción por más de US$ 40 millones del “Gran Museo de la Cultura Chinchorro”.
Esta excepcional obra arquitectónica, que ciertamente está llamada a convertirse en el gran icono de la ciudad, para Chile y el mundo, deberá reunir un conjunto de características para asegurar su consolidación y ambicioso objetivo, debiendo entre otros, contar con un espectacular diseño, una imponente envergadura y- por sobre todo- “una estratégica ubicación”, como por ejemplo las 11,9 hectáreas de los terrenos de la ex maestranza chinchorro que tiene gran potencial estratégico, patrimonial y que además permitirían desarrollar otros proyectos urbanos en el ámbito público y privado.
Otro lugar por su valor científico y patrimonial son los sitios de los estanques de calle colon, que reúne las condiciones de reserva arqueológica, combinando prácticas funerarias excepcionales de la cual proviene la colección más numerosa de cuerpos momificados y cuyas expresiones artísticas maravillosas sustentan el expediente chinchorro patrimonio de la humanidad.
El sector el Alto es quizás una nueva alternativa; lo importante es imponer la tan esperada “marca Chinchorro en la ciudad de Arica” que consolide el camino a ser reconocidos como patrimonio de la humanidad ante Unesco.
El Gran Museo de la Cultura Chinchorro debe ser una monumental obra observada “nítidamente” desde todos los puntos de la ciudad. Aquí no se va a inventar nada distinto a lo realizado por otras ciudades dentro y fuera del país, que apuestan de manera inteligente a su desarrollo.
Estamos frente a una decisión importante para la región. No hay duda que la comunidad reconoce que la obra de conservación y custodia por años ya está lograda por la Universidad de Tarapacá, pero eso no significa que tengamos que dividir los esfuerzos y despilfarrar los recursos para construir dos museos, uno en Arica y otro en Azapa. Es mucho más importante comenzar a proyectar una segunda obra de gran envergadura en el sitio Camarones 14 considerado como un foco de expansión cultural ubicado en la caleta de Camarones y que es parte del Dosier momias de Chinchorro y el camino al reconocimiento como patrimonio de la humanidad ante Unesco.
La participación ciudadana ciertamente que es importante, pero debe ser orientada de manera responsable y en un contexto más amplio. Lo realizado en los últimos días por la Municipalidad de Arica y el silencio del Alcalde de Camarones es reflejo de la improvisación y la poca importancia que se da a un tema tan trascendente como es la cultura Chinchorro, que representa el presente y futuro del turismo como el principal eje de desarrollo de la región. No perdamos esta oportunidad y cometamos un error mayor del cual más tarde, otra vez, tengamos que lamentar.
Por José DuranaSemir
Ex Intendente Regional de Arica y Parinacota