nelson-rojas-menaPara muchas familias de nuestro país, una enfermedad o el ingreso a la educación superior de un hijo pueden romper el equilibrio en el presupuesto. Ante esta situación, las cajas de compensación a través de sus créditos sociales se transforman en muchas oportunidades en la única fuente de financiamiento que tienen los trabajadores para poder acceder a un crédito formal, que les permita enfrentar una contingencia social.

Pero, ¿de qué hablamos cuando nos referimos a créditos sociales? Para responder es necesario conocer las características que los diferencian de otras formas de financiamiento. Este beneficio tiene una tasa de interés que se calcula en pesos y no discrimina, es decir, para un mismo monto y plazo, la tasa es idéntica independiente del riesgo, renta, empresa en la que trabaje el afiliado o cargo que este ocupe. Además, tienen un plazo máximo de pago de hasta 60 meses y se descuenta por planilla. En el caso de los pensionados, la tasa de interés es inferior a la aplicada a los trabajadores activos.

Debido a sus características, el crédito social es inclusivo, ya que apoya a todos los segmentos, sobre todo a los más vulnerables, quienes en la mayoría de los casos no podrían recibir créditos o tendrían que ver alternativas más costosas o informales de financiamiento, debido al riesgo que presentan.

Este apoyo financiero fomenta el endeudamiento responsable, ya que no permite que el afiliado se comprometa más allá del 25% de su ingreso mensual, cuenta con seguro de desgravamen en caso de fallecimiento y se puede optar a un seguro de cesantía voluntario.

En esta misma línea, especial importancia tiene el contar con una adecuada campaña de endeudamiento responsable, que enseñe a las personas a utilizar los recursos obtenidos a través de un crédito social.

Para contextualizar, es importante mencionar que las Cajas de Compensación durante el año 2015 entregaron apoyo económico a cerca de 870 mil afiliados a lo largo del país a través de esta vía, siendo los sectores socioeconómicos más desposeídos, los principales usuarios de este beneficio.

Sin embargo, cálculos preliminares indican que alrededor de unas 200 mil personas podrían quedar sin el apoyo de estos créditos durante el presente año, si se continúan estrechando las posibilidades de acceder a fuentes de financiamiento para la industria de Cajas de Compensación.

Según lo antes expuesto, y entendiendo la importancia que tiene para las familias chilenas contar con la opción de acceder a los créditos sociales, las cajas están buscando nuevas fuentes de financiamiento durante el año 2016, para garantizar este importante apoyo a los miles de afiliados que ven en ellos una solución concreta ante ciertas contingencias.

 

Nelson Rojas Mena

Gerente General de Caja Los Andes