julio-german-diaz-ahLa ciencia grafológica nos brinda diversas respuestas a las inquietudes de nuestro comportamiento cotidiano.

Pensando en ello, la secuencia de artículos grafológicos que he expuesto en esta misma sección de este prestigioso medio periodístico e informativo ha pretendido ser un aporte al conocimiento y a la proyección de esta ciencia.

En concordancia con ello, y siguiendo una orientación pedagógica, se ha tratado de brindar una visión genérica de lo que significa una escritura y una firma en el marco de un estudio sicográfico y también pericial. Así  también, en el afán de brindar una perspectiva diferenciadora de esta disciplina, nos centraremos ahora en la escritura de los adolescentes, como una manera de comprender ese mundo juvenil, sus inquietudes y sus realidades.

En este sentido, son frecuentes, cada día más, las escrituras que no dejan márgenes, principalmente los márgenes izquierdo y superior. Se trata de un déficit de espaciamiento exterior, dado que el adolescente no delimita con claridad sus contactos con el entorno porque, poco a poco y, muchas veces, con dificultad está adquiriendo hábitos de sociabilización.

Junto con factores de incidencia socio-culturales y de elementos que están en directa relación  con el proceso enseñanza-aprendizaje, pensamos que una de las causas principales es el hábito adquirido por el uso de los medios tecnológicos, como computadores, tablets, celulares, principalmente, donde los márgenes no se consideran un elemento formal de redacción. Asimismo, la enseñanza no dirigida de la escritura contribuye a inculcar, indirectamente, una cierta falta de orden y claridad.

En nuestro sistema escolar, en general, no existe una real preocupación por la educación escrituraria manuscrita, aspecto fundamental desde el punto de vista sicografológico, puesto que la realización de grafías manuscritas, unido a reglas o normas estandarizadas para disponer de las líneas y párrafos, conservando las distancias y las secuencias rítmicas, le confieren al escritor rasgos de claridad al conjunto, facilitando la lectura y mejorando la comprensión.

En este mismo contexto, el espacio interior intergrafías, interpalabras e, incluso, interlíneas, depende mucho más de las fuerzas inconscientes o psicológicas que de normativas o del espacio gráfico. Además, es importante tener en cuenta la estabilidad de la línea, aspecto muy relevante desde el punto de vista del equilibrio y las fluctuaciones temperamentales y alteraciones del estado de ánimo.

En este contexto, los márgenes ordenados significan orden en la vida diaria, cortesía, buenos modos de enfrentar la vida, mientras que los desordenados significan desorden, falta de atención y preocupación por las cosas y en la vida; el margen izquierdo representa las ataduras al pasado y a la familia, respeto a las tradiciones. También está relacionado con la amplitud de criterio y nivel de discriminación del escritor frente a la realidad. Por ende, la ausencia del margen izquierdo revela la falta de buen gusto, vida modesta, falta de tacto social, desconfianza, timidez, criterio limitado, introversión.

Por otra parte, el margen derecho está relacionado con el contacto social que establece el sujeto con su futuro. Su ausencia indica extraversión, sociabilidad, decisión, iniciativa y ser un aporte para los demás. Todos estos elementos grafológicos posibilitan el conocimiento del adolescente, aspectos que se pueden complementar con otros elementos de interpretación sicográfica. En este plano, el estilo predominante en el adolescente actual es la escritura tipográfica, que revela reserva, originalidad, ocultamiento de la personalidad, simulación, búsqueda de la libertad, sentido absoluto de la independencia, entre otras consideraciones.

En sí, la escritura del adolescente manifiesta la inquietud innata e incipiente que busca ser distintiva y original, no siguiendo un patrón escritural definido, propio de su manera de enfrentar los desafíos que constantemente se le van presentando. Por ello, conocer su escritura y buscar en ella una orientación integral, es un desafío que la grafología tiene mucho que aportar.

 

Julio G. Díaz Tapia

Profesor de Lenguaje y Comunicación PUCV

Profesor deGrafologíay Documentología UST y USM

Perito Judicial Calígrafo y Documental