La Seremia del ramo se refirió a los cuestionamientos que hacen los agricultores indígenas aymaras del valle de Lluta a la decisión conjunta del Gobierno con la Junta de Vigilancia del río Lluta y sus tributarios, de construir el Embalse Chironta.
CHIRONTA
Ante las declaraciones efectuadas por agricultores indígenas aymaras del valle de Lluta, la Secretaría Regional Ministerial de Obras Públicas de Arica y Parinacota señaló lo siguiente:
La construcción del Embalse Chironta es un proyecto comprometido por el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, dentro del Plan Nacional de Embalses y del Plan Especial de Desarrollo de Zonas Extremas (PEDZE), este último anunciado el 15 de junio de 2014 en la región por la Jefa de Estado, recogiendo con ello una de las distintas demandas de infraestructura necesarias para el desarrollo y crecimiento de la región, expuestas en diversos diálogos con la comunidad tras asumir su mandato.
Hoy el proyecto se encuentra en proceso de licitación pública, teniendo 8 consorcios internacionales debidamente precalificados postulando a adjudicarse su construcción, etapa que debiera iniciarse a partir del próximo año.
De esta forma el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet viene a cumplir el compromiso establecido el año 2014 con la Región de Arica, satisfaciendo una demanda planteada desde hace 40 años y que desde 1998 comenzó a aparecer concretamente como un proyecto de infraestructura pública necesario para potenciar la agricultura del valle de Lluta, hoy limitada por la incerteza del riego y por la calidad de las aguas que utilizan los regantes.
La construcción del Embalse Chironta no responde a una decisión impuesta por un Gobierno en particular, sino a que viene a satisfacer la demanda concreta de regantes del valle de Lluta, los cuales desde las etapas de prefactibilidad, factibilidad y diseño del proyecto respaldó y cuyos socios fueron debidamente informados del avance de este proyecto en reuniones de participación ciudadana.
Este proceso, además, contó con dos consultas indígenas, una efectuada por el Ministerio de Obras Públicas y otra por el Servicio de Evaluación Ambiental, donde fueron convocadas debidamente las comunidades indígenas con directa afectación en las etapas constructivas y de operación del futuro embalse. Que dentro de esos procesos participó activamente el Señor Michael Humire, al igual que en las distintas etapas de prefactibilidad, factibilidad y diseño de esta obra, ya que ocupó la presidencia de la Junta de Vigilancia mientras se desarrollaban todos estos procesos. Por tanto, extraña que hoy en su condición de ex dirigente cuestione el desarrollo de todos estos procesos.
Tras cumplir las distintas etapas del ciclo de vida de esta iniciativa, el 25 de abril del año pasado, en una Asamblea General de la Junta de Vigilancia, el 82 por ciento de sus socios respaldó al firma del Protocolo de Acuerdo con el Gobierno de Chile, donde el Estado estableció un subsidio de un 85 por ciento para esta obra, a través de la Ley de Riego N° 1.123 y un copago de los agricultores de un 15 por ciento.
Dado que el sector de emplazamiento del Embalse Chironta no está dentro de un Área de Desarrollo Indígena, el MOP atendió lo que el propio Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales sostiene respecto a que, para este caso ante una consulta indígena, sólo cabe convocar a organizaciones funcionales directamente afectadas por el proyecto y no territoriales. Es por eso que no se aplicó una consulta en todo el valle ni tampoco en Socoroma, territorio ubicado aguas arriba del punto de emplazamiento del Embalse.
Tras la firma del Protocolo de Acuerdo entre el Gobierno y la Junta de Vigilancia del río Lluta realizada el 12 de junio de 2015, donde el Estado de Chile comprometió el subsidio de un 85 por ciento para el costo de las obras, el Ministerio de Obras Públicas inició la protocolización ante notario de los derechos de aguas de los regantes, requisito fundamental para avanzar en la licitación de las obras. Hasta hoy más de un 60 por ciento de los derechos de aguas han sido inscritos por los regantes ante notario, porcentaje que a fines de diciembre permitió iniciar la licitación de la construcción de este tranque.
Sobre los cuestionamientos planteados a un eventual empeoramiento de las aguas con la construcción del Embalse Chironta, esta situación carece de todo sustento considerando que -precisamente lo que hará este proyecto- será mejorar la calidad de las aguas de riego, dado que el Estado de Chile ha comprometido obras complementarias para lograr que dos de los tributarios que aportan alto contenido de minerales al río Lluta, mitiguen su impacto en él.
Respecto de la subasta pública que deberá hacerse de los derechos de aguas eventuales que no estén comprometidos por los regantes, el MOP descarta que estos quedarán a libre disposición de cualquier oferente, ya que la misma normativa que permite este procedimiento, indica que estos derechos, en primer término, serán ofrecidos a los beneficiarios de la obra, es decir, a los propios regantes. Sólo si no hubiese interesados entre éstos, en segundo término, podrán ser licitados al público en general, a un precio mínimo mayor al ofertado inicialmente a los beneficiarios.
Es necesaria la construcción del Embalse Chironta porque mejorará las condiciones de riego en el valle de 2.384 hectáreas, específicamente 515 predios, otorgando una seguridad de riego del 85 por ciento.
Y es necesaria también porque con la construcción de esta obra en la región, se verán favorecidos los usuarios de 84 canales de regadío, a lo largo de 78 kilómetros del valle de Lluta y unas 7 mil personas que viven directamente de la agricultura y la ganadería.
Así el Ministerio de Obras Públicas está disponible permanentemente a atender y aclarar todas las dudas que pudieran existir sobre este proceso, teniendo en consideración la envergadura de esta obra, cuya inversión de más de 75 mil millones de pesos, sólo es asimilable a aquellas realizadas en el siglo pasado por la Junta de Adelanto de Arica.