Fiscalizadores aduaneros detectaron en el aeropuerto de Chacalluta a un pasajero- funcionario de planta del Ejército- que llevaba a Santiago una bayoneta y un revólver, armas que corresponderían a las usadas en la Guerra del Pacífico.
ARMAS
Fiscalizadores del Servicio Nacional de Aduanas incautaron en el aeropuerto Chacalluta de Arica una bayoneta y un revólver de data contemporánea a la Guerra del Pacífico. Las piezas patrimoniales eran transportadas por un ciudadano chileno que se identificó como funcionario del Ejército.
La bayoneta espada correspondería a las usadas en el fusil Grass entre 1872 y 1878 y tiene grabada la inscripción “1ro del Séptimo de Línea”, mientras que la pistola sería parte de un revólver Lefoucheaux que también fue usado por las tropas chilenas en el Asalto y Toma del Morro de Arica.
Los aduaneros detectaron las armas durante la revisión con la máquina de Rayos X que realizaban a los equipajes de un vuelo con destino a Santiago. Tras lo anterior, entrevistaron al dueño de la maleta sobre la propiedad de las piezas patrimoniales y le solicitaron alguna documentación que avalara su traslado, ante lo cual no supo responder y sólo dijo que las llevaba a Santiago con motivo de una visita familiar.
Al no poder demostrar el dominio de las piezas, fue retenido y entregado a Carabineros, quienes lo pusieron a disposición de la justicia.
El control de detención del pasajero, identificado como C.A.A.F. de 31 años, se realizó en el Juzgado de Garantía de Arica y el fiscal Elías Gutiérrez lo formalizó por el Artículo 9 de la ley de Control de Armas por el porte sin autorización y el Tribunal determinó dejarlo en libertad con firma mensual y arraigo nacional. A su vez, se ofició al laboratorio de Criminalística de Carabineros la realización de un peritaje a las piezas y establecer si corresponden a patrimonio histórico.
En tanto, la VI División de Ejército puso los antecedentes a disposición de la Fiscalía Militar.
El Director Regional de la Aduana de Arica, Emilio Araya Ramírez, destacó la experticia de los fiscalizadores aduaneros para la identificación de objetos y piezas patrimoniales. “Arica es una zona bifronteriza y con un gran patrimonio, por lo cual una de nuestras variables de análisis de riesgo es el eventual contrabando de piezas arqueológicas y de valor histórico. Lamentablemente existe un mercado negro que demanda estos artículos”, agregó.