Abarca unos 1.814 kilómetros entre el Campo Grande —capital del Mato Groso do Sul— y Antofagasta, en el norte de Chile. No pasa por Bolivia.
RUTA
Chile proyecta que el corredor bioceánico Pacífico-Atlántico beneficiará no solo a Brasil sino también a Paraguay y Argentina, el cual estará “operable en tres años”, es decir en 2019.
Así lo informó el embajador de Santiago en Brasilia, Jaime Gazmuri. Bolivia está fuera de este trazo e impulsa un corredor férreo.
“Esta es una ruta que no requiere de grandes obras de ingeniería, como pueden ser túneles u otros, por lo que avanza bastante rápido. Una expectativa razonable es que este corredor bioceánico estará operativo dentro de los tres años, y si nos aplicamos, podría ser antes”, anticipó el diplomático en Antofagasta, región que se beneficiará con el proyecto.
El corredor vial abarca unos 1.814 kilómetros entre el Campo Grande —capital del Mato Groso do Sul— y Antofagasta, en el norte de Chile y fronteriza con Bolivia. Hay un marcado interés de La Moneda para potenciar los puertos.
Paralelamente, la administración del Presidente de Bolivia, Evo Morales, también impulsa la construcción de un corredor férreo que se inicie en Brasil, pase por Bolivia y desemboque en puertos peruanos. Encamina una serie de gestiones para concretar la iniciativa de integración.
Según el Embajador Gazmuri, están garantizadas las inversiones para un puente binacional sobre el río Paraguay y las obras de pavimentación de la ruta multinacional.
Cabe recordar que el 21 de diciembre de 2015 los presidentes de los cuatro países rubricaron la Declaración de Asunción sobre Corredores Bioceánicos y ratificaron la cualidad de “prioritario” del proyecto.
Paraguay y Chile avanzan en el emplazamiento de una Zona de Apoyo Logístico Portuario. Chile entregará a Asunción casi dos hectáreas para este efecto en el sector de La Negra, cerca de Antofagasta y Chile podrá contar con un espacio similar en Villeta, ubicado a 20 kilómetros de Asunción sobre el Río Paraguay, según el portalportuario.cl.
El corredor se inicia en Santos y São Paulo, continua por Mato Grosso del Sur (Brasil), atraviesa el Chaco paraguayo para alcanzar las provincias de Salta y Jujuy en Argentina y alcanzar finalmente, a través de los pasos Sico y Jama en Chile, a los puertos de Antofagasta, Mejillones e Iquique.