Alcalde de Arica, Gerardo Espíndola, aclaró que la Municipalidad sobrepasa límite que permite la ley, por lo que habrá reducción de funcionarios.
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La Municipalidad de Arica presenta un exceso de personal contratado permitido por la ley, situación que ha sido observada por la Contraloría General de la Rapública, y que exige regularizar la cantidad y condición de su personal humano.
Así lo señaló el Alcalde de Arica, Gerardo Espíndola Rojas, mencionando como ejemplo que la ley permite que sólo el 10 por ciento de personal sea contratado a honorarios. Sin embargo, la actual gestión se encontró con más del 30 por ciento de las y los trabajadores en esa condición.
“Esta situación se arrastra de gestiones anteriores que han ido acumulando personal dentro de la municipalidad y que nosotros estamos colocando un límite”, sentenció Espíndola.
La autoridad aclaró que “los recursos son públicos, no son propiedad del alcalde ni de una persona en particular. Es un patrimonio de todos y, por lo mismo, tenemos que protegerlo. En ese sentido la Mnicipalidad no se puede transformar en una bolsa de empleo; al contrario, tiene que velar por el bienestar de la comunidad y hoy vemos que el alto número de funcionarios que hay en el municipio no se condice con la satisfacción que la gente expresa”.
CONTRALORÍA
Respecto a la Contraloría, la autoridad comunal explicó que ha hecho observaciones en diferentes áreas relacionada con los recursos humanos y “lo que nos exigen es tomar medidas. Podríamos haber sido mucho más drástricos cumpliendo la ley; sin embargo, hemos sido bastante prudentes. Es así como el personal a contrata que no se renuevan no supera el 10 por ciento y honorarios son menos del 20 por ciento”.
La autoridad manifestó que no pasa por criterio político ni por temas personales, sino que desde evaluaciones que realizó el equipo de la nueva gestión.
PERSONAL DE CONFIANZA DE GESTIÓN ANTERIOR
Sobre el personal de confianza de la gestión anterior y que fueron reubicados antes del 6 de diciembre, Espíndola señaló que no siguen como funcionarios municipales.
En ese sentido, las jefaturas de oficinas y departamentos tampoco son renovados. “La razón es bien sencilla, porque cuando un gobierno cambia, cambia incluso al Seremi de la región más pequeña. Por muy buena gestión que tengan, es necesario que la nueva gestión entre con su equipo, y dé las directrices que corresponde. Nosotros ya hemos estado marcando una pauta de trabajo distinta, y necesitamos que quienes encabecen este equipo funcionen al ritmo para lo que este alcalde fue mandatado por la gente”, explicó.
Finalmente Espíndola dijo que esto no significa que será reemplazado el 100 por ciento de los puestos no renovados, ya que sería un discurso totalmente contradictorio.