69 alumnos de la carrera de enfermería de la Universidad Santo Tomás, con una simbólica vela en la mano y al unísono, juraron comprometiéndose a servir a quien lo necesite.

En el cine Tacora, junto a sus familias, y en una emotiva ceremonia, 69 alumnos de la carrera de enfermería de la Universidad Santo Tomás se comprometieron a servir; entregando una atención de excelencia inspirada en los valores que entrega esa casa de estudios superiores.
Este tradicional acto es el paso desde la sala de clases, desde lo teórico a lo práctico, ya que ahora estos jóvenes inician la posibilidad de realizar sus prácticas en el campo clínico; tanto en el hospital, como también en la atención primaria.
Con la presencia de la Rectora de Universidad Santo Tomás, Ansonia Lillo Tor, quien estaba acompañada de su cuerpo docente, liderado por el Director académico Ricardo Jorquera Gutierrez y Mónica Ovalle Gahona, jefa (s) de la Carrera de la Escuela de Enfermería, y con un masivo marco de público -que acompañaba a su hijos, sobrinos y nietos-, se dio inicio a la tradicional ceremonia.
La rectora de la UST señaló que esta investidura de pasantes es, sin duda, un gran paso desde lo teórico a lo práctico, “La actividad es muy significativa para nuestros estudiantes, porque significa, el paso hacia la posibilidad de iniciar su práctica, del mundo de la teoría a la práctica, y en esta oportunidad, la investidura de pasantes de enfermería ha sido más simbólica aún, porque con la toma de compromiso han adquirido una nueva realidad y empiezan una nueva etapa. Así que deseamos que éste sea el inicio de una mejor y exitosa carrera”, dijo.
JURAMENTO
Impecablemente vestidos y en orden, uno a uno, fueron llamados los 11 varones y las 58 mujeres quienes recibieron su credencial y su toca; símbolos, que generan el compromiso con la escuela, la Universidad y la comunidad.
Luego vino el juramento solemne, donde el Director Académico Ricardo Jorquera Gutierrez se dirigió a los jóvenes, quienes con una simbólica vela en la mano y al unísono, manifestaron su compromiso de investidura; comprometiéndose ante Dios y la sociedad a servir siempre a quien lo necesite, a trabajar con humildad y a mantener siempre el espíritu positivo ante la adversidad y sobre todo, a sentirse orgullosos y orgullosas de su noble profesión.