Como ciudadanos, a menudo vivimos más en la ciudad que nos toca vivir que en la ciudad que quisiéramos vivir.
Nuestras autoridades centrales confunden la voluntad política presidencial de generar una política de desarrollo para la región de Arica y Parinacota, por otras decisiones sin medir las consecuencias que generan en ciudades en donde estas personas no habitarán jamás.
Si alguien irrumpiera en nuestras casas, con la idea fija de instalar en ellas una taberna, ciertamente querríamos ser consultados antes, ya que dicha decisión provocará cambios radicales en nuestra vida cotidiana.
¡Cómo entonces explicar que desde el nivel central no se consulte a la región de Arica y Parinacota el ser sitio de destino de reclusión para reos e internos trasladados hacia el Centro Penitenciario de Arica desde otras regiones del país!
Desde el año 2012 hasta el año 2017 han sido trasladados un total de 2.622 reos hasta el Centro Penitenciario de Arica, todos en condición de cumplimiento de condena por delitos como actos terroristas, control de armas, cuasidelitos, delitos sexuales, drogas, homicidios, hurtos, lesiones, robos, secuestro y otros.
De todos los delitos anteriores, aquellos que registran un mayor número de internos trasladados a Arica son robos, drogas y hurtos, donde en no pocos casos una misma persona recluida posee más de una tipificación de un delito.
De este modo, queda claro que nuestra realidad es ser prisioneros de las decisiones que se toman en Santiago quienes planifican y deciden, sin tomar en cuenta a nuestras autoridades regionales y parlamentarias y por desconocimiento somos incapaces de alzar nuestra voz para presentar resistencia sobre decisiones que afectan a ciudades como la nuestra, y convierten a Arica como un destino paradisiaco para reos de alta peligrosidad.
José Durana Semir
Ex Intendente Regional- Candidato a Senador