PDI investiga siniestros en el altiplano que destruyen esa planta arbustiva protegida. Al menos 55.000 M2. de esa especie han sido afectadas por el fuego.

Una serie de indagatorias lleva a cabo la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medio Ambiente y Patrimonio Cultural (Bidema) de la PDI en el altiplano de las regiones de Arica y Parinacota y Tarapacá, para esclarecer las causas y responsabilidades de incendios que solo este año han consumido más de 250 ejemplares de yaretas, planta arbustiva que cuenta con medidas de protección señaladas en la Ley de Bosques.
Los principales focos se han registrado en las cercanías del volcán Taapaca, comuna de Putre (Parque Nacional Lauca); cerro Tembladera, Colchane, y Parcohaylla, en la comuna de Camarones, hasta donde ha llegado la Bidema junto al Laboratorio de Criminalística (Lacrim) para levantar evidencia que pueda ser analizada a través de métodos científico-técnicos.
Se calcula que el fuego ha destruido al menos 55 mil metros cuadrados, equivalentes a 7,7 canchas como la del Estadio Nacional, de esta especie que forma cojines anchos e irregulares sobre laderas rocosas, entre los 3.500 y 5.000 metros sobre el nivel del mar.
Los hechos han sido denunciados por la Conaf y derivados por la Fiscalía a la Bidema, con el fin de establecer sus causas y las posibles responsabilidades de personas involucradas.
El subcomisario Javier Zamorano, quien ha investigado estas quemas, explicó que la azorella compacta posee una combustión lenta y, por ello, puede demorar hasta una semana en consumirse, en incendios que por lo general comienzan en forma superficial, pero que pueden llegar a mutar a fuegos subterráneos.
Una de las hipótesis que investiga la policía es que la quema de la yareta está siendo utilizada por personas dedicadas al pastoreo, para espantar al puma que acecha al ganado en esas latitudes.
“El daño al ecosistema es significativo, porque la yareta es una especie longeva. De hecho, la experiencia documentada nos indica que una sola planta, superior a medio metro de altura, representa más de 500 años de crecimiento. Y hay ejemplares que miden un metro e incluso un poco más”, indicó Zamorano, quien observó que este arbusto ha sido clasificado como vulnerable por el “Libro Rojo de la Flora Terrestre de Chile”, de la Conaf.
Desde el año 2015 a septiembre de 2017, la Bidema de Arica y Parinacota ha llevado a cabo cinco de las 1.359 investigaciones realizadas en todo Chile, por los delitos de incendio de bosques y uso ilícito del fuego, sancionado en el Código Penal.
En noviembre pasado la PDI inició una campaña a nivel nacional titulada “Bosque Seguro”, para contribuir a la disminución de los incendios forestales que cada año consumen 58 mil hectáreas en nuestro país. El 99% de éstos son causados por el hombre, por negligencias, descuidos en el uso del fuego o por mala intención.