“Bolivia tendrá que desmentir a la “ley de la gravedad” por río internacional”, dijo el Ministro, al constatar que las aguas fluyen naturalmente desde territorio de la vecina nación.
La inclinación del terreno y no una infraestructura artificial provoca la entrada del Silala en Chile.
Así lo aseguró el Canciller Roberto Ampuero, desde el cañón por el que fluyen las aguas del Silala, en la frontera entre Chile y Bolivia, a más de 4.000 metros de altura en la cordillera de Los Andes.
El titular de Exteriores chileno, junto a varios miembros del equipo de la defensa de Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por la disputa que mantiene con Bolivia sobre la naturaleza de este cauce, expuso en el angosto desfiladero las mismas razones que presentarán el próximo 15 de febrero en La Haya.
“Las aguas del río internacional Silala fluyen naturalmente desde territorio de Bolivia, donde nace, hasta el territorio chileno. Hay una diferencia en términos de altura de 46 metros desde el lugar donde nace el río Silala en Bolivia y este punto donde cruza el agua hacia territorio chileno”, afirmó Ampuero.
Agregó que “”Bolivia no solo va a tener que trata de desmentir a Chile, sino que a la ley de la gravedad, a la ciencia”, declaró el canciller en el lugar exacto donde las aguas del río en controversia decantan hacia el territorio chileno.
El Silala desciende desde 4.350 metros desde un volcán en Bolivia, recorre cuatro kilómetros por las faldas del monte y cae a la quebrada, por donde discurre como un riachuelo de aproximadamente un metro de ancho durante seis kilómetros en el interior del territorio chileno hasta unirse con el río Loa.
En el interior del cañón, con paredes de unos 20 metros flanqueadas por rocas y piedras de color anaranjado y de formas inverosímiles talladas por el curso del agua durante siglos, el Ministro defendió que es la inclinación del terreno y no una infraestructura artificial lo que provoca la entrada del Silala en Chile.
“Aquí Chile no ha intervenido de ninguna forma este paisaje. Esta quebrada de aquí tiene más de 8.400 años. Lo acredita la investigación en términos geológicos (…) y lo ha generado el río a lo largo de milenios”, señaló Ampuero.
Para apoyar sus argumentos, el Canciller y la comitiva se desplazaron, además de a la frontera en el interior de la quebrada, a una zona en territorio chileno a más de 5.000 metros de altura, desde donde se puede observar la orografía de la zona y el discurrir del Silala desde el país hacia el austral.
Desde esa zona de observación, el Canciller indicó que se aprecian claramente a la vista los argumentos aportados por los expertos del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) de Chile, y realizó una observación con prismáticos para determinar los diferentes puntos de referencia espacial.
Entre ellos, el cerrito Silala, cuya cima determina el territorio de ambos países en una y otra colina y desde donde comienza la quebrada en donde está la frontera.
Convencido y a la orilla del Silala, donde incluso tomó con la mano algo del agua para refrescarse del calor en mitad del desierto de Atacama, apeló a que la CIJ dé la razón a Chile en la próxima presentación de réplicas.