Más de 2.000 pobladores de los sectores norte y sur de Arica y los valles de Lluta y Azapa han conocido ese proceso, planteando inquietudes y dudas sobre la modificación que sufrirá la ciudad.
Fueron ocho maratónicas jornadas de Audiencias Públicas para que la comunidad conozca los detalles del anteproyecto de modificación al Plan Regulador Comunal de Arica, herramienta de ordenamiento territorial que permitirá establecer las normas de constructibilidad para los próximos 20 años.
Fueron cuatro sesiones en enero y otras cuatro en mayo, las que tuvieron una convocatoria de más de 2.000 vecinas y vecinos, quienes aclararon las principales inquietudes que plantea la masiva modificación de normas, que en total ascienden a más de 3.000 aristas distintas.
Los sectores norte y sur de Arica y los valles de Lluta y Azapa fueron los escenarios escogidos para masificar la herramienta. Entre las principales dudas planteadas por las y los vecinos de la ciudad se encuentran el destinos del barrio industrial ante un eventual cambio de uso de suelo a mixto, el futuro de Astilleros tras pasar a ser una zona de interés turístico, los límites urbanos no tocados hacia el interior de los valles y los ensanchamientos de distintas calles que plantean eventuales expropiaciones como en avenida Juan Antonio Ríos.
Las jornadas contaron con la participación de los concejales, quienes tendrán la misión de recoger todas las observaciones realizadas por la población para ver si es factible o no realizar modificaciones específicas al Plan Regulador, discusión que puede alargarse más de una sesión.
OPINIONES
“Yo voy a votar con el corazón de ariqueño. Creo que es cierto que hay que ver la ciudad a 20 o 30 años y más, pero no se puede perjudicar a la comunidad, sobre todo a nuestros adultos mayores que viven muchos años en sus casas. Hablar de expropiaciones hay que darle una mirada más”, enfatizó el concejal Patricio Gálvez.
En tanto, el edil Jorge Mollo recalcó que ahora viene “un momento de reflexión, de construir acuerdos con el resto de los concejales, de poder saber y conocer con claridad cuáles son las observaciones e inquietudes de la comunidad, para poder plasmarlas en un acuerdo colectivo. No podemos demonizar el PRC, es un buen plan, pero con deficiencias que se notarán en las observaciones”, dijo.
“Creo que la gente asistió a estas audiencias para informarse de los cambios que vienen para esta ciudad. Hoy pretendemos crecer de 4.500 hectáreas a 9.000 y hay que entender que queremos crecer como todas las ciudades. Ahora viene la etapa para que los concejales reciban las observaciones, son más de 200, e ir aplicando criterios privilegiando el desarrollo de Arica”, comentó Juan Carlos Chinga.
Por su parte, el concejal Luis Malla indicó que “es necesario escuchar a la población que se ve afectada por el Plan Regulador de primera fuente. Me llevo de estas audiencias el clamor ciudadano, las observaciones de primera fuente, aunque hay algunos temas que hayan sido resueltos tanto para la comunidad como para nosotros mismos como concejales, ya que permitieron conocer las problemáticas y plantearnos in situ las soluciones”.
Finalmente, la concejal Miriam Arenas comentó que “siempre es bueno escuchar a la gente, como concejales tenemos una obligación de ir a las audiencias y que eran únicas. Fui a todas ellas y a mí me sirve para poder reflexionar y ver qué es lo que más conviene para la ciudad y para la gente. Es muy importante nuestra presencia en estas audiencias”.
Según la Secretaria Comunal de Planificación, tras las audiencias, hay un plazo de 30 días para que la comunidad realice observaciones al anteproyecto, tiempo que culmina el próximo 10 de junio. Las observaciones son el único método de participación ciudadana en el proceso legal, por lo que es fundamental que las y los vecinos realicen este trámite si hay algún aspecto del Plan Regulador que consideren debe ser cambiado.
Cabe consignar que en esta etapa ni el alcalde y los concejales pueden realizar modificaciones al Plan. Los únicos cambios serán discutidos conforme sean revisadas las observaciones ingresadas por la comunidad.