Nuestra indiferencia ante este tipo de especies queda evidenciada, sumado a la acción de los patos yecos. Hagamos algo, al menos, para que su vida se prolongue por algunos años más…
ARAUCARIA
( Marcelo Aguilar).- La fotografía de Alejandro Chang, que acompaña esta nota, es el fiel reflejo de nuestra indiferencia ante este tipo de especies, que en el sur al menos son atesoradas por nuestras etnias aborígenes, pero que nosotros, como nortinos, no somos capaces de valorar en su verdadera dimensión.
La hemos visto crecer por años, representando el espíritu de una comunidad que se alegraba faltando días para la celebración de la Navidad, y para qué decir del Año Nuevo.
Siempre estuvo adornada, con las mejores guirnaldas proporcionadas por el municipio, dándole un sello especial a la plazoleta en homenaje al Roto Chileno.
Ha sido el nexo con el sur de nuestro país, por su majestuosidad e imponente presencia al alcanzar su mayoría de edad, pero que con el paso de tiempo, la proliferación de los patos Yecos, y la indiferencia nuestra, ha dado muestras de querer partir, de que sus brazos ya no dan para más y que a lo mejor sucumbirá a la tala al igual como se ha hecho con otros añosos arboles nortinos .
Se sabe que a raíz de una iniciativa de una sucursal bancaria, como una forma de contribuir a que el espíritu navideño ariqueño, fue plantada, como una verdadera hija, que creció, pero que sus padres la olvidaron para siempre.
Hoy la vemos agonizar, pidiendo a gritos ayuda, sin respuesta, aquella que clamaron otras especies arbóreas al interior de nuestros valles, como los miles de olivos, pero que también sucumbieron.
Que contrasentido, cuando hoy celebramos el año nuevo aimara, el Intiraymi, el guillatún, la buena nueva para nuestras comunidades indígenas, estemos dando la despedida de este símbolo y postal de bienvenida de los ariqueños a nuestros hermanos sureños.
Hagamos algo al menos para que su vida se prolongue por algunos años más, para que pueda recobrar su belleza, ayudándola en esta lenta agonía , para que por último , su muerte sea más digna.