Es época de cuarentena, pero también de cambiar nuestra rutina, algunos hábitos y el concepto de normalidad. Por este motivo, enmarcados en esta realidad, se vuelve muy potente preguntarnos ¿cómo podemos seguir?, ¿cómo enfrentamos esta nueva realidad?, ¿cómo me adapto?
Frente a esto, es muy importante saber que las habilidades que cada uno posee pueden ser un apoyo y ayuda para enfrentar diversas situaciones, como, por ejemplo, la que estamos viviendo. Para algunos será más fácil, para otros más difícil; sin embargo, tenemos que confiar en nuestras capacidades y conocimientos y en las características que tiene el ser humano para enfrentar, sobrellevar y adaptarse a las circunstancias, tal como ha sucedido en otros momentos de la historia.
En estos instantes es de vital importancia concentrarnos en nuestro “yo interno”, de focalizarnos en nosotros mismos más que en el problema del contexto. Esta acción nos permitirá reflexionar sobre nuestras cualidades, conocerlas, entenderlas y conectarnos con ellas. Atendiendo a esto, se puede chequear cuáles de esas habilidades nos permitirán y ayudarán a superar de mejor forma la situación.
Para facilitar este ejercicio se pueden recordar otros momentos difíciles de la vida, situaciones de las que se ha logrado salir adelante ¿Qué habilidades me ayudaron a lograrlo? Si hoy estoy en esta pandemia es porque he vivido y/o sobrevivido a otros acontecimientos, otras situaciones, otras dificultades. Entonces al reflexionar sobre mí, debo abrazar a la gran persona que soy y felicitarla, porque de una u otra manera ha llegado hasta donde está en este momento.
Otra ventaja de centrar la atención en nosotros y no en el contexto, es que dejamos de preocuparnos por situaciones que no dependen de nosotros, de circunstancias que no podemos cambiar ni mejorar, pero en las que sí podemos decidir qué actitud adoptamos para enfrentarlas.
No es fácil cambiar la perspectiva, pero se puede. Hoy tenemos tecnología que podemos ocupar a nuestro favor, tanto para comunicarnos con personas que extrañamos, como para realizar clases en la universidad (o donde sea), o continuar con nuestros trabajos. Además, podemos darnos un tiempo para pensar en nosotros, encontrar cursos de interés que antes no realizábamos con la excusa de “no tengo tiempo”, entre una infinidad de acciones posibles de realizar bajo el alero de esta contingencia.
La realidad cambió, tenemos una nueva y, nos guste o no, nos complique o no, debemos darnos el espacio para preguntarnos ¿Cómo la quiero enfrentar?, ¿Qué habilidades voy a utilizar? Este es el primer paso para conciliar incertidumbres y trabajar la ansiedad que genera una pandemia como la que estamos atravesando.
Carolina Ríos Spiegel
Directora Nacional de Habilidades Transversales
Universidad San Sebastián