Hace solamente una semana atrás, la potencial amenaza del huracán Isaías se había convertido brevemente en la mayor fuente de preocupación para los floridanos. Pero desde ese entonces, la tormenta pasó y la crisis de salud ha vuelto a ocupar el centro de atención.
El sábado, el Departamento de Salud de Florida agregó 182 muertes de floridanos con COVID-19, lo que eleva el conteo de muertes en el estado a 8,238.
El récord de fallecimientos se marcó el 31 de julio, cuando el estado registró 257 muertes nuevas de personas que habían dado positivo a la enfermedad. Un análisis de el Nuevo Herald de las cifras registradas durante los últimos 14 días indica que las muertes siguen el alza mientras los nuevos casos registrados diariamente han ido disminuyendo.
Un total de 8,109 residentes de Florida y 129 no residentes han muerto de la enfermedad, según las cifras oficiales.
Las autoridades de salud han explicado que no necesariamente todas las muertes ocurrieron en las últimas 24 horas. En Florida, las muertes anunciadas pueden ser de días previos porque el departamento informa sobre nuevas muertes cuando se las reportan, pero no necesariamente son del mismo día. Un análisis de las cifras oficiales de las últimas dos semanas indica que las muertes están en alza.
El Departamento de Salud también registró otras 8,502 pruebas positivas de COVID-19 al conteo de casos confirmados en el estado este sábado, lo cual elevó el número total de personas que han dado positivo a 526,577.