Aplicación de hormona, en dosis precisas, ayudaría al tratamiento de la sarcopenia, patología caracterizada por la pérdida de masa muscular.
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Utilizar la testosterona como fármaco para combatir la sarcopenia, enfermedad caracteriza por la pérdida de masa muscular, que afecta principalmente a los adultos mayores, es uno de los desafíos que el grupo de científicos chilenos, del Proyecto NEMESIS, está llevando a cabo en su laboratorio de la Facultad de Medicina, Universidad de Chile. Dicha patología, se presenta en alrededor de un 10% de la población mundial sobre los 65 años y es más frecuente a edades más avanzadas, generando dificultad de movimiento, de marcha, entre otros problemas que perjudican la calidad de vida.
Los estudios, dirigidos por la Dra. Carla Basualto, Dr. Enrique Jaimovich y Dr. Manuel Estrada, se han enfocado en la comprensión de nuevos mecanismos y vías a través de las cuales esta hormona masculina, favorece el desarrollo de masa muscular o hipertrofia del músculo. Dicho descubrimiento, por primera vez descrito en el mundo, fue recientemente publicado en la revista Medicine &Science in Sports&Exercise.
Según explica la Dra. Basualto, los hallazgos son fundamentales ya que pueden contribuir a una utilización más segura de la testosterona como herramienta biomédica. “El motivo práctico de esta investigación es que ésta sea vuelta a mirar como una hormona terapéutica y eficaz, fundamentalmente para la sarcopenia, patología que cada vez está en aumento. Pero también, pensamos que puede ser empleada en pacientes post operados que han permanecido mucho tiempo en reposo, inmovilizados o en cama, lo cual genera un desgaste importante de la musculatura”.
Explorando la hormona
La exploración de los chilenos en esta área, lleva alrededor de diez años. Las últimas investigaciones, han sido desarrolladas en un modelo de laboratorio de células musculares en cultivo, que representa una célula inmadura, muy semejante a la fibra muscular. En ese contexto, los expertos realizaron una estimulación directa de la célula con testosterona, para luego analizar cuáles eran los procesos que ahí ocurrían.
Según explica la Dra. Basualto, desde hace un tiempo en la literatura mundial ya se había descrito una vía de acción de la hormona, la denominada “vía clásica”, que actúa a través del receptor de andrógenos que está al interior de la célula, y se vincula directamente con una respuesta que ocurre en el núcleo celular, requiriendo de horas a días para expresarse.. Sin embargo, los científicos de NEMESIS, descubrieron otra vía denominada “no genómica”, que se caracteriza por activarse a tiempos cortos y que se desarrolla inicialmente fuera del núcleo. Esta misma vía es la que utilizan estímulos como el ejercicio y otras hormonas para aumentar la masa muscular. . En conclusión, observaron que la testosterona actuaba por dos vías para inducir la generación de masa muscular.
Ahora bien, ¿qué implicancia tiene el hallazgo? “Sabiendo cómo actúa la testosterona se puede racionalizar su uso como fármaco. El conocimiento de las diferentes vías que activa esta hormona nos puede permitir buscar las dosis más adecuadas para activar una vía en particular, o bien evitar ciertas vías que se asocian a algunos efectos adversos”, comenta. Estos problemas, que se pueden presentar además cuando la hormona es mal administrada o se emplea de forma exagerada, se asocian a patologías cardiovasculares y, en menor frecuencia, a cáncer de próstata. Un mal uso, por ejemplo, es el que se observa en algunos deportistas o fisicoculturistas, quienes abusan de esta sustancia para hacer crecer su musculatura.
Sin embargo, tanto la Dra. Basualto como el Dr. Enrique Jaimovich, explican que los estudios sobre efectos nocivos aún no son del todo claros, aunque que sí hay otros, realizados en pequeños grupos, que respaldan la aplicación en bajas dosis de la hormona para el tratamiento de la sarcopenia. Por esta razón, al descubrir este nuevo mecanismo los expertos están aún más optimistas, ya que prevén llegar a modular aún mejor el uso de la testosterona, buscando asegurar sólo sus efectos benéficos.
Ensayos clínicos
Una vez terminen los estudios básicos, el siguiente paso es realizar los estudios clínicos, para probar la eficacia de esta sustancia en pacientes. Inicialmente, esperan desarrollar los ensayos solo en un grupo de hombres, ya que en mujeres aún se debe explorar muy bien las dosis exactas, para no generar masculinización.
Por otro lado, los científicos señalan que una vez se realice esta fase, los pacientes deben recibir un buen control médico y descartar que padezcan problemas cardiovasculares, un cáncer de próstata o bien, altos niveles de glóbulos rojos. En estos casos, la hormona podría traer algún efecto perjudicial. Debido a eso mismo, es fundamental que se cuente con la supervisión médica.
SARCOPENIA
Recién integrada al vocabulario médico, a fines de los años 80’, la sarcopenia es una patología propia del envejecimiento, pero que también puede afectar en edades más tempranas. Sus causas son variadas, y su característica principal es la pérdida de masa muscular y también la fragilidad y disminución de la fuerza. “En promedio, esta enfermedad debe afectar, en forma grave, al 10% de los adultos mayores. Sin embargo, en Chile, sus índices pueden ser mayores, puesto que aún seguimos siendo un país más bien sedentario, que no tiene arraigada una cultura de la actividad física”, explica Carla Basualto.
Estudios, también señalan que sobre los 80 años, la sarcopenia puede afectar a un 40% de la población.
Esta disminución de la masa muscular, también aumenta el riesgo de caídas e incide en la pérdida de independencia, situación que a su vez limita la capacidad de desarrollar actividades cotidianas, arrastrando un costo a nivel económico, social y familiar y, por supuesto, en la calidad de vida.
Respecto a las causas de la sarcopenia, se han descrito factores a varios niveles: existen alteraciones propias del sistema nervioso central, alteraciones a nivel muscular; una disminución de los factores humorales, relacionados con la baja de hormonas, como la testosterona y estrógenos; o el déficit de vitamina D. Asimismo, el estilo de vida sedentario es otro marcador importante vinculado a su aparición.
Prevención y desafíos
Ante este escenario, los especialistas de NEMESIS, explican que junto al desarrollo de una terapia hormonal, es fundamental tomar consciencia de la importancia que tiene la realización de actividad física, para la mantención saludable de la musculatura.
Por otro lado, ante el envejecimiento sostenido de la población en nuestro país, el Dr. Jaimovich señala que otro desafío fundamental es “seguir promoviendo la investigación básica y clínica en Chile, y contar con estudios propios de nuestra población, que es distinta a la de otros países. De esta forma, podemos entregar soluciones más acordes a nuestra realidad local”.
PROYECTO NEMESIS
Mediante un fondo de Conicyt, el pasado 2012 se originó el proyecto Anillo llamado NEMESIS, formado por los laboratorios del Dr. Andrew Quest –Director-, Enrique Jaimovich y Sergio Lavandero. El objetivo de este grupo, se orienta al estudio de las enfermedades no transmisibles, entendidas como aquellas que no son contagiosas, pero sí de alta frecuencia a nivel mundial, constituyendo la primera causa de muerte, especialmente, en países desarrollados. Para ello, y de acuerdo a la experiencia recogida durante años de investigación en estas mismas áreas, además de la sarcopenia, los expertos se abocan al estudio del cáncer, la diabetes, y enfermedades cardiovasculares, y la generación de nuevas herramientas terapéuticas.