Hasta la región de Arica y Parinacota llegó el Superintendente de Educación, Cristián O’Ryan, para verificar las medidas adoptadas por los establecimientos que retornaron a clases presenciales. Acompañado del director regional, Álvaro Arriagada, la autoridad nacional inició el recorrido por la comuna de Putre, para visitar el Liceo Técnico Profesional Granaderos a cargo del director Víctor Paz y el jardín infantil y sala cuna Pachamama de Fundación Integra, que dirige Carmen Tapia.
“Conocer la experiencia en terreno de las acciones que se están tomando para continuar con los aprendizajes de los niños y niñas es clave para la Superintendencia”, señaló O’Ryan al destacar que “la realidad de cada comunidad es diversa y hemos podido verificar en estos establecimientos ubicados en lugares tan alejados como la comuna de Putre, a más de 3.500 metros de altura, que es posible cumplir con las medidas sanitarias y otorgar espacios educativos seguros que permitan dar continuidad a los aprendizajes de los niños y niñas”.
Continuando con el recorrido, en la localidad de Ticnamar, el superintendente de Educación y el director regional revisaron las instalaciones de la Escuela El Marquéz que cuenta con una matrícula de ocho niños y niñas. Durante la visita, que fue guiada por el director Alex Soto, una de las estudiantes recitó un poema en Aymara y se les hizo entrega de las canastas Junaeb a quienes asistieron a clases.
“La experiencia de haber podido conocer la realidad de esta escuela y haber visto en terreno el esfuerzo que realizan los equipos directivos para no poner en riesgo los aprendizajes y preservar la cultura Aymara, es un ejemplo para el resto de los establecimientos del país”, afirmó el director regional, Álvaro Arriagada.
Finalizando el recorrido por la región, en la comuna de Arica, el superintendente compartió con las educadoras del jardín infantil y sala cuna Sombrerito a cargo de la directora Mariana Mínguez, y con la comunidad educativa del Colegio Alta Cordillera que encabeza Mery Martínez. Ambos establecimientos presentan gran porcentaje de familias extranjeras y destacan por relevar la cultura Aymara y el cuidado del medioambiente.
“Si bien el año pasado se hizo un esfuerzo importante para continuar con el proceso de aprendizaje, ya sea online o a través de la entrega de material a las familias, no se logra alcanzar los aprendizajes que sí se obtienen con la presencialidad, por eso es tan importante tomar como ejemplo la experiencia de estas escuelas que demuestran el compromiso con sus familias y estudiantes para mantener abiertas las puertas y poner en primer lugar a los niños y niñas. Se nota que hay un trabajo de las mismas comunidades para poder volver a darle a los niños la oportunidad de aprender de manera presencial”, sostuvo el superintendente O’Ryan.