Chile se enfrenta a un evidente proceso de cambios que, entre otros efectos, conlleva a la elaboración de una nueva organización administrativa que dé respuesta a las necesidades de la población en base a principios de equidad y un desarrollo sustentable y amigable con el medio ambiente.
Quienes no viven las realidades de las comunidades de las regiones no pueden seguir tomando las decisiones en el centro, afectando y limitando el desarrollo de las personas. El Chile de hoy tiene rostro de región, de diversidad y riqueza cultural y de voces con acentos distintos que requieren ser visibilizadas y respetadas.
En ese contexto, he presentado la propuesta “Pensando Arica en la Nueva Constitución Política de Chile” en la que planteo declarar a nuestra región como un territorio especial considerando que se encuentra permanentemente afectada por los Tratados de 1904 y 1929.
Las tensiones geopolíticas y demandas internacionales que nos ha tocado vivir con nuestros países vecinos ha limitado nuestra capacidad y oportunidades de desarrollo.
La segunda propuesta se refiere a la prohibición constitucional de almacenar y depositar desechos tóxicos en territorio nacional ya que los ariqueños han sufrido por más de 35 años el depósito de más de 20.000 toneladas de desechos tóxicos provenientes del Reino de Suecia. Esta vergüenza internacional debe ser enmendada, estableciendo la prohibición constitucional de almacenar y depositar desechos tóxicos en el país.
Tenemos la urgencia de proteger nuestros recursos hídricos, desde una mirada desde las regiones, puesto que las políticas que se adopten deben considerar la realidad de cada una de las cuencas y ámbitos geográficos de nuestro país; por lo mismo, la tercera propuesta apunta a la protección constitucional de los recursos hídricos.
La protección constitucional del Patrimonio Cultural y de las personas de la tercera edad son las cuarta y quinta propuestas y la última dice relación con consagrar constitucionalmente la protección del medio ambiente, dada la gran superficie de terreno desértico que tiene Arica y Parinacota, porque se debe fortalecer una infraestructura organizacional y políticas eficientes para luchar contra el cambio climático.
José Miguel Durana Semir
Senador de la República