El director del Hospital Regional de Arica Dr. Juan Noé, Cristian Quispe, confirmó que su establecimiento, por primera vez en su historia, realizó trasplantes de córnea a cuatro pacientes, gracias a un proyecto del oftalmólogo Luis Montecinos, del policlínico de oftalmología, quien realizó estas cirugías ambulatorias junto a su colega Cristóbal Loezar, de la Fundación Oftalmológica Los Andes de Santiago.
El director Quispe manifestó que implementar esta prestación es un gran avance ya que se podrán resolver localmente los problemas de salud que requieren injerto corneal. Acotó que la iniciativa, presentada en diciembre de 2021 por el doctor Montecinos, es financiada con recursos propios del establecimiento que permiten cubrir los insumos necesarios para realizar estas intervenciones quirúrgicas de alta especialidad.
Luis Montecinos detalló que el programa de trasplante de córnea se inició con dos injertos lamelares (en donde se reemplaza una parte de la córnea) y dos injertos penetrantes (en donde se reemplaza la totalidad de la córnea). Dijo que el perfil del paciente fueron personas mayores con distrofias corneales (que es una patología congénita en que se acumula material anormal en la córnea) o con daño epitelial (es decir, en la superficie de la córnea) por algún traumatismo quirúrgico.
Respecto al impacto en la calidad de vida después de la operación, dijo que “es notable. Son pacientes que, prácticamente, de esos ojos, no veían y recuperan la visión”.
Antes de la implementación de este programa, declaró, estas personas debían ser derivadas a hospitales de la zona metropolitana, en donde existen listas de espera y con la dificultad de tener que viajar constantemente fuera de la Región para cumplir con controles postoperatorios prolongados que pueden ir de tres a doce meses.
El doctor Loezar, por su parte, dijo que, debido a que la donación de órganos en Chile está entre las más bajas del mundo, las córneas para las operaciones realizadas en Arica fueron obtenidas de bancos de tejidos de los Estados Unidos. Agregó que los pacientes, luego del trasplante, se quedan en observación, un par de horas, para controlar la presión y la adherencia de la córnea, luego de lo cual regresan a sus hogares con una citación de control para el día siguiente.