Un nuevo grupo de científicos de la Universidad de St Andrews en Escocia quiere elaborar un plan sobre qué hacer si nos encontramos con extraterrestres en la Tierra.
Con la ayuda de expertos de todo el mundo, elaborarán protocolos y tratados sólidos, además de evaluar cualquier evidencia de civilizaciones inteligentes. La idea es que este ‘protocolo alienígena’ sea lo más realista posible y esté listo para implementarse en caso de recibir un mensaje de una civilización extraterrestre.
¿ESTAMOS PREPARADOS?
¿Qué tan preparada está la humanidad para establecer comunicación con el más allá? Pues un nuevo centro de investigación internacional en la Universidad de St Andrews coordinará la experiencia global para preparar a la humanidad sobre la existencia de la vida más de allá de la Tierra y cómo se debe responder.
Todavía no se han encontrado evidencia de vida extraterrestre, aunque ciertamente se está buscando. Los avances en la exploración espacial en las últimas décadas han hecho que la idea de vida en otros mundos sea cada vez más admisible. En cualquier caso, es más probable que lo que se encuentre en el futuro cercano consista en signos de vida microbiana que pudo haber existido alguna vez en Marte.
Según la ecuación de Drake, existe una posibilidad plausible, estadísticamente hablando, de que los extraterrestres inteligentes estén en algún lugar del universo dada la inmensidad de nuestra galaxia y la enorme distancia entre planetas y estrellas.
“El interés social ha aumentado considerablemente, debido a la detección de miles de planetas alrededor de estrellas distantes en nuestra propia galaxia y, más cerca de casa, a través de la exploración de mundos cercanos como Marte y Venus, en busca de signos de vida, presente o pasada”, aclaran los investigadores del SETI Post-Detection Hub, el nuevo centro internacional de científicos que preparará a la humanidad para un eventual encuentro con otras civilizaciones.
Durante décadas, expertos y filósofos han reflexionado sobre cómo se desarrollará nuestra primera conversación con la vida extraterrestre, centrándose generalmente en cómo nos responderán. Pero el Post-Detection Hub, organizado por los centros universitarios de ciencia de exoplanetas y derecho y gobernanza global, advierte que se debe pensar más en cómo nosotros, como raza humana, debemos responder adecuadamente a ellos.
“Escanear señales de supuesto origen extraterrestre en busca de estructuras de lenguaje y adjuntar significados es un proceso elaborado y lento durante el cual nuestro conocimiento avanzará en muchos pasos a medida que aprendamos ‘Extraterrestre’”, continúa Elliot.
En este nuevo centro de detección extraterrestre, los científicos gestionarán todo el proceso de búsqueda de pruebas, confirmación de detecciones, su análisis e interpretación de patrones lingüísticos y gestión de la posible respuesta. Trabajarán con académicos de ciencias y humanidades, así como con miembros de la comunidad SETI. Se coordinarán con expertos en políticas sobre descodificación de mensajes, análisis de datos, derecho espacial, desarrollo de regulaciones y estrategias de impacto social.
“¿Alguna vez recibiremos un mensaje de E.T.? no lo sabemos tampoco sabemos cuándo sucederá esto. Pero sí sabemos que no podemos darnos el lujo de estar mal preparado, científica, social y políticamente sin timón, para un evento que podría convertirse en realidad mañana mismo y que no podemos permitirnos manejar mal”, concluyó Elliot.