La Nasa expuso los primeros resultados de un estudio sobre Objetos Voladores no identificados (OVNI), adelantado por un equipo de expertos que tenían la misión de investigar a profundidad este fenómeno.
La comisión de especialistas reconoció que los ovnis sí existen; sin embargo, aclaró que aún no ha sido posible establecer cuál es su origen y, por ende, no están en la capacidad de afirmar que se trata de un fenómeno producido por una especie extraterrestre.
Los expertos de la Nasa precisaron que es necesario analizar más información para así poder llegar a una conclusión más certera sobre la naturaleza y origen de los diferentes fenómenos aéreos no identificados (UAP) que han sido avistados en varias zonas del mundo.
El equipo conformado por 16 científicos especializados en múltiples disciplinas señalaron que la principal dificultad para avanzar en la investigación radica en que los datos recolectados sobre el fenómeno ovni están fragmentados. Esto se debe a que los avistamientos son captados por aviones comerciales, drones militares o globos meteorológicos, de modo que la información queda en manos de diferentes agencias del Gobierno de Estados Unidos.
A su turno, Nicola Fox, directora del programa de ciencia de la Nasa, manifestó que la comisión de expertos sólo ha podido analizar datos que no están clasificados, puesto que fueron suministrados por instituciones gubernamentales, entidades privadas u otras fuentes.
En ese sentido, la funcionaria de la Nasa afirmó que el equipo no cuenta con toda la información para poder realizar un análisis más profundo; además, indicó que existen factores que pueden limitar el estudio, como es la presencia de equipos aéreos militares.
“La falta de datos de alta calidad hace que sea imposible obtener conclusiones científicas sobre la naturaleza de los UAP”, declaró Nicola Fox.
La comisión de la Nasa encargada en el estudio de ovnis dejó muy en claro que todas las conclusiones que surjan de la investigación estarán plenamente basadas en datos comprobables, puesto que el objetivo es poder ofrecer una respuesta sólida ante la inquietud sobre la existencia de vida inteligente que provenga de otros mundos.