LAS PEÑAS ( Marcelo Aguilar) Fieles de todas las edades llegaron al Santuario para celebrar el día 1° de octubre la festividad de la Virgen del Rosario de Las Peñas, quienes peregrinaron 28 kilómetros -14 de ida- , motivados por estar frente a la imagen pétrea.
Muchos, con datos meteorológicos a mano, optaron por caminar al atardecer o de madrugada, con agua, ropa de abrigo y linternas, ya que hacerlo de día debían enfrentar las altas temperaturas que solo eran aplacadas con un chapuzón o guarecerse bajo la sombra de un alero o especie arbórea.
Con dos opciones para peregrinar desde Chamarcusiña -3 horas y media-, una, por el curso del río, por consiguiente un tramo relativamente plano con muchos puentes de madera y piedras, o por las alturas, con menos puentes, pero con ascensos y descensos, pero inevitablemente pasar por sitios como Arcune, Pampa Coyote, Humagata, Achuyo, Molino y el ‘‘Caracol’, quizás, este último¿, para todos, la mayor prueba de resistencia de ida.
Llegar al santuario es quizás la mejor recompensa para los fieles de la Charito, llegar ante su imagen e invocarse en múltiples pensamientos, promesas y agradecimientos, en que la emoción brota en forma espontánea.
“Hemos visto la alegría, el gozo y pasión de los peregrinos de la macrozona, que han llegado ante nuestra madre, y colocan ante ella sus ilusiones y esperanzas, descargando desde el corazón los dolores y penas que han ido acumulando en este año”, expresó el Obispo de Arica, Moisés Atisha.
“Es una fiesta de la fe y de la cultura de nuestra región, arraigada en la idiosincrasia nuestra, que esperamos seguir perpetuando junto a los peregrinos que hoy nos acompañan”, expresó Roberto Sandoval, Caporal de la Fraternidad San Marcos de Arica.
“Llegar y estar ante ella, es lo máximo, para pedirle lo mejor para mi familia y en el plano laboral”, expresó Guillermo Garrido, peregrino pampino.
El programa desarrollado con motivo de esta nueva festividad consideró oficios religiosos, en víspera y el día 1°, concelebrado por el prelado, contemplando los saludos de los bailes juntos a sus bandas de bronce, además de bautizos, sacramento que fue impartido a menores y jóvenes, el que alcanzó mucha emotividad en familiares y padrinos
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