“Como el crimen organizado es un negocio ilícito muy lucrativo, quienes se dedican a las actividades delictuales ven hoy en Chile un paraíso para realizar sus operaciones: porosidad de las fronteras, una precaria política migratoria, leyes que no se aplican y expulsiones que no se concretan, son parte del paquete que hace muy atractivo para las organizaciones criminales transnacionales instalarse en Chile y eso es precisamente lo que ha ocurrido. Lo que observamos, con el ataque con granada a una carabinera, es una expresión más de este fenómeno, que en nuestro territorio está desbordado”.
Con la descripción de este crítico panorama, el senador por Arica y Parinacota, José Miguel Durana, grafica la situación actual que se vive en Chile ante la escalada delictual y de violencia que se palpita en las calles y en todas las regiones del país. Y es que, para el parlamentario, se está llegando a un punto de no retorno si es que el Estado no actúa ahora con decisión y eficacia para desarticular al crimen organizado y expulsar a quienes vienen a Chile a cometer ilícitos.
El legislador reconoce que la tarea no es sencilla, porque a su juicio “este flagelo no se frenó a tiempo y hoy las bandas criminales han avanzado en recursos, armamento y organización, ubicándose por delante del Estado, que va tres pasos atrás. El nivel de osadía que estamos observando actualmente por parte de los integrantes de estos grupos delictuales demuestra cuán confiados se sienten de operar en Chile, en una atmósfera de impunidad, porque muchos de ellos saben que aunque sean atrapados no se les va a expulsar y probablemente seguirán actuando desde la cárcel”.
En este sentido, el legislador agregó que todo se hace más complejo ante la frágil situación y porosidad de las fronteras en el norte, cuyo problema se agudizará ahora que Perú acaba de decretar la expulsión en 24 horas de todos los extranjeros que estén de forma irregular en ese país, presionando aún más la frontera norte de inmigrantes irregulares que están en Perú y que intentarán cruzar a Chile.
Lo más increíble de todo esto, puntualiza el legislador, “es que el gobierno está en la completa inacción frente a este fenómeno, sin capacidad de respuesta y poniendo las prioridades en asuntos que hoy son de menor relevancia. Al Ejecutivo se les escapó de las manos el control de la delincuencia y el crimen organizado y me parece que no tienen el liderazgo para enfrentar con eficacia este tema”.
El parlamentario por Arica y Parinacota afirma que “la situación es tan grave que esto amerita un giro de timón del gobierno, lo que pasa necesariamente por hacer ajustes en el Ministerio del Interior y en las áreas dedicadas a la seguridad pública, porque no se puede continuar con esta inercia que está dejando a los chilenos a merced del crimen organizado”.