La Agencia Espacial (NASA) así como la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial (NGA) de Estados Unidos y el Centro Geográfico de Defensa (DGC) del Reino Unido, confirmaron que el campo magnético terrestre se está debilitando en un área que se extiende desde Sudamérica hasta África, una zona anómala que podría fragmentarse en dos. Este extraño comportamiento, que ahora estudia la misión Swarm de la Agencia Espacial Europea, desconcierta a los geofísicos y causa perturbaciones en los satélites que orbitan la Tierra.
Esta extraña anomalía magnética está creciendo y puede impactar a la Humanidad.

El campo magnético terrestre es básico para la vida en nuestro planeta: nos protege de la radiación cósmica y de las partículas cargadas que envía el Sol. En gran parte es generado por el océano de hierro fundido supercaliente del núcleo exterior de la Tierra, a unos 3.000 km bajo nuestros pies. Como si se tratase de una dinamo gigantesca, crea corrientes eléctricas que, a su vez, generan nuestro campo magnético.
La superficie del planeta Tierra está protegida por el campo magnético que existe, el cual actúa como un escudo protector que repele las partículas que provienen del Sol, tal es el caso de la radiación cósmica o de los vientos solares que dejan un grave impacto en el mundo por su contacto con la tecnología.
Por lo tanto, entre más débil es un campo magnético mayor es el paso de las partículas que ocasiona que se acerquen cada vez más a la superficie planetaria. Ante ello se genera una amenaza en potencia que afecta la tecnología que está en órbita.
De acuerdo con el informe del gobierno estadounidense citado por CNN la anomalía se ubica en el Atlántico Sur, lugar donde la llamada magnetosfera que se encuentra alrededor del planeta Tierra es más débil, hecho que es peligroso para la tecnología de la Tierra.
HA AUMENTADO
El área de la anomalía ha aumentado y se ha desplazado hacia África a un ritmo de unos 20 km al año. Además, en los últimos cinco años ha surgido un segundo centro de intensidad mínima al suroeste de ese continente, lo que sugiere que la anomalía del Atlántico Sur podría estar dividiéndose en dos.
El campo magnético terrestre suele representarse como una potente barra dipolar en el centro del planeta, inclinada unos 11° con respecto al eje de rotación. No obstante, el crecimiento de esta anomalía magnética sobre el Atlántico Sur indica que los procesos involucrados en la generación del campo son mucho más complejos.
Se ha especulado sobre si el actual debilitamiento del campo es un signo de que la Tierra se acerca a una inminente inversión de los polos norte y sur magnéticos, que se intercambiarían. Este fenómeno se ha producido muchas veces a lo largo de la historia de nuestro planeta y, aunque sería hora de que sucediera teniendo en cuenta la frecuencia media a la que tiene lugar esta inversión (cada 250.000 años aproximadamente), el descenso en la intensidad que se está produciendo en estos momentos en el Atlántico Sur entra dentro de lo que se consideran niveles de fluctuación normales.
“La anomalía se está profundizando y avanzando hacia el oeste y ha aumentado aproximadamente un 5 por ciento en este período. Este contorno se aproxima a la región donde es más probable que se produzcan daños por radiación a los satélites”, cita el informe.
Entre los posibles daños graves que la anomalía podría impactar en la Tierra son: dañar los satélites por exceso de radiación y hasta obstruir la propagación de ondas de radio. “Esto significa que cuando los satélites pasan por esta región, en ocasiones tienen que permanecer en standby, apagando momentáneamente algunos componentes para evitar perder el satélite o cualquier equipo que pueda quemarse”, indicó el informe.