El Papa Francisco expresó preocupación por el desarrollo de la tecnología y su impacto en la Humanidad, en el marco de un foro católico sobre inteligencia artificial. En su discurso celebrado en el Palacio Apostólico, el pontífice no dudó en citar al célebre científico Stephen Hawking, quien advirtió que la IA podría significar el fin de la raza humana.
En el foro, Su Santidad recalcó la importancia de dirigir la innovación hacia el respeto por la dignidad humana, promoviendo un bienestar que proteja a los más desfavorecidos. “Eso requiere un ambiente normativo, económico y financiero que limite el poder monopolio de unos pocos y permita beneficiar a toda la humanidad”, enfatizó.
De igual forma, Francisco advirtió sobre los riesgos de una IA que opera de forma autónoma, potencialmente superando las capacidades humanas debido a la lenta evolución biológica de los humanos, un escenario que Hawking había anticipado.
“¿Para qué sirve la IA? ¿Sirve para satisfacer las necesidades de la humanidad, para mejorar el bienestar y el desarrollo integral de las personas, o sirve para enriquecer y aumentar el ya elevado poder de unos pocos gigantes tecnológicos a pesar de los peligros para la humanidad? Y esa es la cuestión de fondo”, se preguntó.
FIN DE LA RAZA HUMANA
En ese contexto, agregó que “la IA podría significar el fin de la raza humana. (…) Podría despegar sola y protegerse cada vez mejor mientras los humanos, limitados por su lenta evolución biológica, no podrían competir y serían superados”, dijo citando al físico teórico, astrofísico y cosmólogo británico. Agregando la interrogante de si “¿estamos seguros de querer seguir llamando ‘inteligencia’ a algo que lo es? Pensémoslo y preguntémonos si usar impropiamente esta palabra tan importante, tan humana, no es ya ceder al poder tecnocrático”.
Finalmente, durante su intervención, el líder de la Iglesia Católica también abordó la necesidad de una regulación efectiva y de incentivos para fomentar una “innovación ética” en el desarrollo de la inteligencia artificial. Destacó la importancia de un enfoque educativo y comunicativo coordinado para aumentar la conciencia sobre los beneficios y riesgos de la IA, así como su impacto en el empleo y en el consumo energético, especialmente relevante dado el actual contexto global.