Un extenso trabajo territorial con niños y niñas de diferentes sectores rurales de las comunas de Arica y Camarones está realizando la Corporación Nacional Forestal, CONAF, con la finalidad de sensibilizar a las nuevas generaciones sobre el cuidado y protección de la diversidad biológica de sus territorios y, especialmente, del hábitat del picaflor de Arica (Eulidia yarrellii), el ave endémica más pequeña de Chile, con 7 cm de longitud, y que se encuentra en peligro crítico de extinción.
El Proyecto de Recuperación Socioecológica del Hábitat Picaflor de Arica es financiado por el Gobierno Regional de Arica y Parinacota y ejecutado por CONAF y está conformado por un equipo multidisciplinario de técnicos, operativos, administrativos y profesionales que además de educación ambiental, desarrollan un trabajo de monitoreo e investigación en terreno sobre el Picaflor de Arica.
“Según el cuarto informe de avance del Ministerio del Medio Ambiente, que data de 2024, actualmente existen poco más de 300 ejemplares del picaflor de Arica, siendo un ave propia de nuestro territorio y la segunda ave más pequeña del mundo. Por eso, como CONAF estamos realizando una labor muy particular, de educación ambiental y sensibilización, desplegándonos en los sectores rurales donde aún existe la biodiversidad necesaria para que esta ave pueda sobrevivir, enseñándole a la comunidad, y en especial a los más jóvenes, cómo cuidar y proteger al picaflor”, destacó Lino Antezana Navarro, director regional de CONAF.
CAMARONES
En la Escuela G-36 del Valle de Illapata, comuna de Camarones, se realizaron talleres de educación ambiental y monitoreo de avifauna, involucrando especialmente a sus docentes, quienes participaron activamente, junto a Reyna y Arazelly, parte de los estudiantes del establecimiento.
“El valle de Illapata es un lugar de distribución histórico y potencial del picaflor de Arica. Cuando hemos preguntado a lugareños, reportan escasos avistamientos de un picaflor muy pequeño, que logran diferenciar de las demás especie de picaflores de la zona y coincide con las vocalizaciones que escuchamos en raras ocasiones entre el sector de Esquiña e Illapata. También, podemos ver cóndores, águilas, halcones peregrinos, cernícalos, yal, tortolita quiguagua, paloma de ala blanca, pizarrita, chincol, golondrinas, entre otras especies”, explicó Pablo Zúñiga, biólogo encargado de educación ambiental y asesor científico del Proyecto Picaflor de Arica.
El profesional agregó que el territorio “destaca por sus características idóneas para el picaflor de Arica; como la afluencia constante de agua del río Camarones; una vegetación nativa con árboles, arbustos y herbáceas de follaje denso; flores para alimentarse, como trixis, brea, alfalfa y molle; y donde resguardarse durante la noche, siendo un corredor biológico natural para el picaflor”.
ARICA
En tanto, el Taller de Cuentacuentos sobre el picaflor de Arica tuvo como escenario la Escuela Valle de Chaca, a 50 kilómetros de Arica, en el valle del mismo nombre, donde además está ubicado el Monumento Natural Picaflor de Arica. En el lugar se realizaron actividades lúdicas y un taller de identificación de especies con alumnos y alumnas de primero, segundo y tercer año básico, como parte del trabajo de educación ambiental que lleva a cabo el Proyecto Picaflor.
“Nuestro propósito es llegar a los niños y niñas a través de una experiencia de educación ambiental interactiva a través de la estimulación de la imaginación, el uso de los sentidos y una activa participación que les permita integrar y traspasar a su comunidad el conocimiento sobre la importancia del cuidado y la protección de la naturaleza, en especial de las que se encuentran en peligro crítico de extinción, como el picaflor de Arica, ave endémica de nuestra Región”, precisó Jazmina Briones, coordinadora del Proyecto.