Hay vida después de la muerte, pero una vida bien diferente de la que nos plantea la jerarquía católica: Los muertos viven en otra dimensión donde no hay tiempo. Es un momento en el que la sociedad debería pensar que la muerte no es más que una puerta y luego sigue la vida.
Pienso al 150% que hay vida después de la muerte, aunque allí no hay tiempo. Al principio estás con un cuerpo físico, no exactamente igual. Y conforme vas avanzando en el no tiempo, en ese lugar o en esas dimensiones totalmente desconocidas para nosotros, la materia va desapareciendo y termina siendo luz que piensa.
Es una dimensión desconocida, pero física. No es algo espiritual o inmaterial. Uno sigue vivo con un cuerpo físico diferente al nuestro, en el sentido de que no tiene sangre, de que no tiene entrañas, no tiene aparato digestivo ni respiratorio. Lo más importante es que es inmensamente feliz.
La muerte física es como si alguien apagara la luz y despertaras en un lugar distinto. Estoy seguro, la vida continúa físicamente después la muerte, que no es más que un peaje, una genialidad de alguien, pero después la vida continúa. En el libro “En Blanca y negro”, el diario de una experiencia extrema vivida junto a mi mujer fallecida en los últimos 280 días que estuvimos juntos, hablo de señales inequívocas que son pruebas de que ella sigue ahí, viva, no solo desde el punto de vista mental, sino física y real y en algún momento volveremos a encontrarnos.
Llevo alrededor de mil investigaciones sobre casos de vida después de la muerte y no tengo ninguna duda». Por otro lado, la eutanasia era un tema debatido esos días, pero ni Blanca ni yo estábamos de acuerdo, pensamos que la vida no debe ser cortada nunca bajo ningún concepto, que debe seguir su curso natural. Aquí, por ejemplo intervenían mucho los silencios, que hablaban por nosotros, pensar en la muerte era lo último». Porque el secreto de la vida es el ahora, vivir el momento presente, sin demasiados planes porque el futuro no existe.
Y mi presente hoy fue acostumbrarme a vivir sin Blanca. Su recuerdo es fundamental para sobrellevar la ausencia y el hecho de que estoy convencido de que a ella no le gustaría que estuviera ni desolado, ni triste, sino todo lo contrario y eso, a pesar de las circunstancias, me anima mucho.
Puede haber dimensiones y planos desconocidos para la ciencia, a los que no hemos tenido acceso porque no tenemos la tecnología necesaria, de la misma manera que durante muchísimos años oficialmente no se supo nada de América, ni se llegó a la Luna.
A la ciencia lamentablemente no le preocupa la muerte. Yo creo además que, en este tipo de temas, si no entra la ciencia mejor porque ni puede dar explicaciones ni las quiere dar…
Juan José Benítez López ( J.J.Benitez)
Periodista y escritor español
Es conocido por sus trabajos dedicados a la ufología. Ha escrito más de 60 libros sobre temas paranormales, religiosos y extraterrestres.