Implementan terapia contra las arrugas del rostro utilizando las propiedades benéficas de la propia sangre del paciente.
TRATAMIENTO
Rejuvenecer el rostro, darle más elasticidad y humectación a la piel, y atenuar arrugas o manchas, es un ideal que puede obtenerse gracias a una segura y eficaz terapia. Algunos le llaman el método “Drácula”, aunque su verdadero nombre es Plasma Rico en Plaquetas, PRP, ya que el secreto está en utilizar las propiedades benéficas de la propia sangre del paciente.
Esta técnica, que se inició en los años 90 para optimizar el uso de implantes de titanio al hueso, hoy es requerida con frecuencia por un público especialmente femenino -sobre los 30 años-, que busca mejorar el aspecto de su rostro de forma no invasiva. Así lo explica el Dr. Eduardo Saa, cirujano plástico del centro Enderlaser, y quien actualmente practica este procedimiento alrededor de dos o tres veces por semana.
Según comenta el especialista, la terapia se inicia con la extracción de unos 30 cc de sangre que se introducen en una máquina centrífuga, con el fin de separar sus componentes y así obtener las plaquetas, material indispensable del tratamiento. “Estas plaquetas, sometidas a un activador de la coagulación, liberan los factores de crecimiento tisular, que estimulan la producción de colágeno y elastina en la piel”, comenta.
SEGUNDO PASO
Con esta sangre ya renovada, el paso siguiente es reinyectar las plaquetas en el rostro del paciente, apenas una gota por pinchazo y a un milímetro de profundidad. La intervención toma unos pocos minuto y a partir de entonces es cuando comienzan a generarse los beneficios a la piel, ya que las células “entienden” que deben iniciar un proceso de regeneración. De acuerdo al cirujano, el principio es “producir una herida ficticia”, que da inicio a una etapa de cicatrización artificial y coagulación, favorecida por los factores de crecimiento que contienen las plaquetas, y que luego llegan a las capas superficiales de la piel.
No obstante, el Dr. Saa asegura que la intervención es aún más beneficiosa y rápida en sus efectos, cuando al paciente, además, se le incorporan aminoácidos y vitaminas. Todo esto también puede aplicarse en las manos, cuello, escote y otras zonas de flacidez, con efectos saludables que comienzan a ser visibles a partir del segundo o tercer mes.
“Si bien los beneficios no se han medido de forma histológica o a través de biopsias, los pacientes comentan que con la terapia su piel mejora, quedando más lisa y sedosa. También, señalan que las arrugas finas se notan menos y se atenúan las manchas”, explica.
SEGURO Y AMBULATORIO
El procedimiento es prácticamente ambulatorio. Producto de los pinchazos subcutáneos a veces pueden quedar pequeñas hematomas o zonas enrojecidas, “pero esto es transitorio y no dura más de dos o tres días. Con un poco de maquillaje ya no se notan estas imperfecciones”, explica el Dr. Saa.
Respecto de la seguridad y molestias durante la intervención, el médico señala que en algunas ocasiones se requiere de anestesia tópica local, así como de la toma de algún antiinflamatorio. Y en materia de equipamiento, la recomendación del especialista es que la práctica debe efectuarse idealmente por cirujanos, contando con una sala acreditada por el Seremi de Salud, óptima para obtener muestras de sangre.
Una vez realizada la terapia PRP, ésta puede repetirse a los tres meses y enseguida, solo una vez por año. Con esta frecuencia es suficiente para mantener la tersura y mejoramiento de la piel.
USO EN LA MEDICINA
Todos los beneficios de PRP en el crecimiento de células y regeneración de tejidos, han hecho que esta herramienta tenga auge no sólo en cosmetología, sino también en otras áreas, como Traumatología. Hace ya más de siete años que comenzó a usarse para lesiones musculares, tales como desgarros y fracturas, ayudando a disminuir los tiempos de recuperación del paciente, en alrededor de un tercio.
Ejemplo de ello es lo que sucedió con el futbolista chileno Humberto “Chupete” Suazo, quien sufrió un fuerte desgarro a pocos días de partir al mundial de Sudáfrica. Gracias a las inyecciones, el deportista logró recuperarse en tres semanas y regenerar la musculatura dañada.
Otros usos de PRP, se aplican también en personas sometidas a prótesis de cadera, incorporando los beneficios de las plaquetas en el foco de la fractura. Esto le aporta vitalidad al hueso.
Respecto al boom de la terapia, pero orientada al rejuvenecimiento, ésta se dio inicialmente en España, Italia y Estados Unidos, y luego en otros países de Europa. De hecho, en Inglaterra es donde fue bautizada como terapia Drácula, según explica el Dr. Saa, “ello como una forma de generar interés en el público”.