A pesar de que no representa un riesgo de colisión con la Tierra, en 2029 el asteroide ‘Apofis’ pasará a solo 32,000 kilómetros de nuestro planeta y podría provocar ‘astrosismos’ según Ronald-Louis Ballouz, investigador del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins.
El astrónomo afirmó que este fenómeno denominado ‘astrosismo’ tiene similitudes con los sismos de la Tierra, sin embargo, sucede en cuerpos celestes como estrellas y meteoros, incluso, con posibilidad de modificar su estrucrura.
“El acercamiento de Apofis es una oportunidad única para observar en tiempo real los cambios que se producen en un asteroide bajo la influencia gravitacional de un planeta”, detalló el experto en espacio exterior.
Por su parte, la National Aeronautics and Space Administration (NASA) explicó: “Este fenómeno podría generar un tipo de astrosismo en la superficie del asteroide, provocando deslizamientos y levantamientos de rocas que modifiquen su apariencia. Esta interacción permitirá a los científicos obtener información sobre la composición y estructura interna de Apofis”.
El asteroide Apofis, un cuerpo celeste de 340 metros de diámetro, protagonizará un acercamiento a la Tierra que ya capta la atención de la comunidad científica. Este coloso espacial pasará a tan solo 32,000 kilómetros de nuestro planeta el 13 de abril de 2029, una distancia menor a la de algunos satélites en órbita terrestre.
Su proximidad promete revelar información esencial sobre los efectos de la gravedad terrestre en asteroides de gran tamaño y ofrece una oportunidad única para explorar sus fenómenos internos.
A medida que Apofis se acerque, los expertos prevén la ocurrencia de ‘astrosismos’, un fenómeno que remite a temblores o vibraciones internas, similares a los sismos terrestres, pero en cuerpos espaciales.
Según las simulaciones del equipo liderado por Ronald-Louis Ballouz, estos astrosismos podrían iniciar una hora antes de que Apofis alcance su punto más cercano a la Tierra y se prolongarían durante un corto periodo posterior. Las vibraciones podrían liberar fragmentos de su superficie, alterando su apariencia y generando posibles desprendimientos de material que flotarán en el espacio circundante.
El asteroide Apofis también está sujeto a una constante ‘meteorización espacial’, un proceso de erosión provocado por el bombardeo incesante de micrometeoroides. Este desgaste afecta su superficie de manera gradual, pero el campo gravitacional de la Tierra podría intensificar el proceso, provocando desprendimientos y levantamientos de rocas que modifiquen temporalmente la estructura superficial del asteroide.
ACCIÓN DE LA NASA
Para observar y estudiar estos fenómenos en detalle, la NASA ha programado la misión OSIRIS-APEX, una adaptación de la sonda OSIRIS-REx, que previamente recolectó muestras del asteroide Bennu.
Esta sonda espacial acompañará el paso de Apofis, registrando cambios en su estructura y en su rotación conforme se aproxime a la Tierra. La misión pretende documentar en tiempo real cómo un asteroide de esta magnitud reacciona al campo gravitacional de un planeta, lo cual puede tener implicaciones importantes para futuras investigaciones de defensa planetaria.
La agencia espacial también ha desarrollado una animación de la trayectoria orbital de Apofis, mostrando cómo su curso será ligeramente desviado por la gravedad terrestre durante su paso.