Referirnos a la escritura manuscrita es ir descubriendo insospechadas aristas, desconocidas y poco valoradas por muchas personas. Es un mundo desconocido dada la trascendencia que conlleva. La psicología de la escritura, la grafología, nos brinda una manera de acercarnos a nuestra personalidad, a los temperamentos, al carácter y al comportamiento de cada persona, incluso abarca aspectos tan personales como descubrir la emotividad personal e indagar en el mundo interior.
Actualmente, los alumnos escriben menos, porque también leen menos y comprenden menos aun lo poco que leen. Al escribir se debe enseñar a cuidar el orden, las formas de las grafías, la direccionalidad de los renglones, el tamaño, la inclinación, entre muchas otras variables. Desarrollar la creatividad escritural, corrigiendo sus propios escritos, es una técnica que busca superar sus deficiencias comunicativas. Ortografía, coherencia, orden, secuencia, uso de ideas afines, sinónimos, entre muchas otras variables, poco a poco, mejorarán no tan solo la comprensión lectora, sino mejorarán las formas de la escritura manuscrita, logrando superar, consecuentemente, rasgos de la personalidad y del comportamiento.
Escribir es un acto individual, de concentración y de evolución constante, pues refleja el pensamiento creativo y crítico que “traduce” el inconsciente a través de la escritura, tanto en su forma individual como genérica. Por ello, es primordial que los alumnos lean, es necesario que escriban lo que leen a través de la interpretación, de argumentaciones, de críticas fundamentadas, de preguntas y respuestas, de reflexiones. Si escribo lo que leo, lo interpreto, lo comparo, lo reflexiono, seré buen lector. Así comprenderemos lo que leemos. Este es un proceso que requiere de constancia, de insistencia, de frecuentes explicaciones para que las actividades sean comprendidas. Así se internalizarán y se incrementarán en el tiempo.
Fundamentalmente, los alumnos deben leer varias veces el texto, lo escrito, deben conocer y dominar el significado de las palabras. Hacerlos trabajar con el diccionario in situs. Que aprendan a manejar y utilizar los vocablos, las intenciones que presentan los escritos, los párrafos, el sentido de las oraciones, de los verbos, conocer y aplicar los conectores, familiarizarse con los adjetivos… así, poco a poco, ordenarán sus ideas, manejarán comunicativamente su mundo interior y, de este modo, aprenderán a conectar lo que piensan con lo que escriben, por ende, saber corregirse es aprender a crecer, a superarse, a proyectarse y a ampliar sus conocimientos integrales.
En consecuencia, aspectos tales como el tamaño, la presión, la altura, la dimensión, las formas, la dirección, el ritmo, la fluidez, el orden, la disposición, entre muchas otras variables de la gráfica manuscrita, inciden directamente en la personalidad del escritor y que, desde el punto de vista del aprendizaje de la lectoescritura, son un valioso anexo y apoyo que nos brinda la psicología escritural para posibilitar superar los niveles de la comprensión lectora. La psicología de la escritura, la grafología, son un campo muy poco explorado en la educación. Muchos países europeos han vuelto a las instancias manuscritas como una manera de lograr resultados en el aprendizaje. Es un síntoma muy decidor y que vale la pena revisar y analizar. En este sentido, es importante consignar que la importancia de la secuencia causa-efecto en el proceso escritural es determinante para comprender y valorar la trascendencia de escribir a mano y, además, cómo la grafoterapia indirecta, puede ser un valioso auxiliar que permita una sincronización más plena y vivencial que se evidencia en estos sintetizados conceptos de lecto-escritura desarrollados en este artículo.
ALGUNOS CONSEJOS
A manera de consejos para padres de escolares y adolescentes, incentívelos a escribir lo que ellos quieran, libertad de creación. Que desarrollen el gusto por escribir. Lo ideal que lo realicen en una hoja sin líneas, dos o tres veces por semana. Guarde los escritos y después de una semana, se los vuelve a pasar para que lo corrijan. Aproveche estas vacaciones. Propóngales temas. Intercambien ideas. Desarrolle la comunicación en todos sus planos. Darse un tiempo de comunicación efectiva, es crecer juntos. Ser breve y con mucha afectividad en las explicaciones. Trate de premiar de alguna manera los logros. La idea es ser constante. Es un proceso que debe ser de cinco a seis semanas como máximo. No olvidar que el positivismo de sus comentarios sobre lo que han escrito, es muy relevante. Les ayudará a superarse. Leer es abrir surcos para el conocimiento, ampliando el mundo que nos rodea. Escribir es verter nuestro mundo interior, nuestra realidad comunicativa, nuestro mundo, nuestros sueños, en definitiva, nuestra realidad actual. Nunca es tarde para comenzar.
JULIO GERMÁN DÍAZ TAPIA
Profesor de Lenguaje y Comunicación PUCV
Profesor de Grafología y Documentología UST, USM
Perito Judicial Calígrafo y Documental
Ilma. Corte de Apelaciones de Valparaíso, Santiago
San Miguel, Arica, Copiapó, La Serena, Rancagua, Talca
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