¿Un año más…?, ¿un año menos?…
Depende de la perspectiva con que cada uno de nosotros le queramos otorgar al significado que tiene el término del año 2024 y entrar de lleno a este 2025.
Unos dirán «tengo un año más de vida…», otros comentarán «tengo un año menos de vida…»
Lo que sí, y creo que coincidimos todos, es que el optimismo con que recibimos este nuevo ciclo es muy alto, con enormes expectativas, de toda índole, y con el deseo prioritario de tener una buena salud para afrontar los acontecimientos que experimentaremos en los próximos 12 meses de nuestra existencia.
En el momento de los tradicionales abrazos de Año Nuevo con nuestros familiares y amigos han brotado en forma espontánea los mejores deseos de éxito para el prójimo, todo ello en un ambiente de mucha alegría y felicidad.
Sin embargo, también está presente en nuestras mentes y corazones un dejo de tristeza por aquellos seres queridos que ya dejaron este plano terrenal y hoy experimentan la dimensión espiritual, la cual algún día abrazaremos para reencontrarnos en la vida eterna…con aquellas personas que formaron parte de nuestras familias y amistades con las cuales compartimos y hoy extrañamos…
Pero vamos a lo que queremos comentar…
Nuestro país se prepara, en lo político, para tener un año marcado por las elecciones presidenciales que no solo definirán el rumbo político del país, sino que también reflejarán la respuesta ciudadana a los desafíos económicos y sociales que han persistido en los últimos años.
Y justamente la incertidumbre política puede afectar la inversión y la confianza en el mercado, lo que es crítico para la recuperación económica post-pandemia. El Gabinete Pro Crecimiento y Empleo ha identificado la necesidad de aumentar la inversión en sectores clave como la minería sostenible, energías renovables y tecnología digital, buscando generar un dinamismo que contrarreste las tensiones políticas.
¿Y cuáles son hoy nuestras preocupaciones principales como sociedad chilena?: La delincuencia, la violencia, el terrorismo y el crimen organizado, que afectan a los diversos sectores de la vida nacional que sufren sus consecuencias. El aumento de estas lacras exige una respuesta efectiva del Estado. La implementación de políticas públicas, que prioricen la seguridad ciudadana, será fundamental para restaurar la confianza en las instituciones. Es lo que todos los chilenos esperamos…
A nivel internacional, el 2025 es el año del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, a partir del 20 de enero, lo que obliga al mundo a reubicarse. El republicano asume su segundo mandato no consecutivo después de derrotar contundentemente a la demócrata Kamala Harris en la elección del 5 de noviembre de 2024, con las promesas de deportar a los inmigrantes indocumentados, bajar impuestos y aplicar nuevos aranceles comerciales.
Los equilibrios geopolíticos globales y los diferentes conflictos abiertos –especialmente en Ucrania y Oriente Medio– así como la lucha contra el cambio climático o los niveles de imprevisibilidad de un orden internacional en proceso de mutación, estarán pendientes del nuevo morador de la Casa Blanca.
Y también este nuevo año se vislumbra como un periodo lleno de avances tecnológicos, cambios sociales y transformaciones en diversos ámbitos. Las predicciones y expectativas para este año nos invitan a reflexionar sobre el futuro que nos espera y cómo podemos prepararnos para afrontar los desafíos que se avecinan. Expertos en diferentes áreas señalan que en 2025 veremos avances significativos en inteligencia artificial, biotecnología, energías renovables y movilidad sostenible. Asimismo, se espera que la sociedad experimente cambios profundos en la forma en que trabajamos, nos relacionamos y consumimos información. Estos avances prometen cambiar aún más nuestra forma de vivir, trabajar y relacionarnos.
A futuro, La Tierra será un planeta gobernado por la IA, que se convertirá en una parte central de la gobernanza global. Las decisiones cruciales, como la gestión de los recursos naturales o la prevención de conflictos, podrían ser tomadas por sistemas autónomos, considerados más imparciales y eficientes que los humanos. Estas predicciones de la inteligencia artificial no están escritas en piedra. Se basan en datos actuales y modelos predictivos, pero nuestra capacidad de innovación y resiliencia colectiva desempeñarán un papel clave en la dirección que tome la humanidad. Estas visiones, tan fascinantes como inquietantes, nos recuerdan la importancia de dar forma a un futuro equilibrado, donde la tecnología y la humanidad convivan armoniosamente.
Finalmente, nos preocupa sobremanera lo que está sucediendo en Estados Unidos, principalmente, como también en otros países, tanto de Europa, el Medio Oriente como en Sudamérica. La presencia creciente de drones, luces y Objetos Voladores No Identificados, cuyos orígenes no han sido explicados por las autoridades como lo exige la ciudadanía y solo se han limitado a transmitir tranquilidad.
Esperamos que pronto haya una respuesta satisfactoria que nos permita entender los procesos que estamos viviendo…
Osvaldo Díaz Tapia
Periodista
Director de Arica Hoy
(www.aricahoy.cl)