Un asteroide de grandes dimensiones podría acercarse lo suficientemente a la Tierra en diciembre de 2032 como para representar un riesgo de impacto, aunque la probabilidad de que esto ocurra es baja, según informó la NASA.
Este cuerpo celeste, identificado como 2024 YR4, tiene un diámetro estimado de entre 40 y 100 metros y fue detectado recientemente por astrónomos que monitorean el telescopio ATLAS de la Universidad de Hawái. De acuerdo con el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) de la NASA, la posibilidad de que el asteroide colisione con nuestro planeta es de apenas un 1,3%.
El asteroide fue observado por primera vez el 27 de diciembre de 2023, cuando se alejaba de la Tierra, y su descubrimiento fue reportado al Minor Planet Center de la Unión Astronómica Internacional, que confirmó que no había sido detectado previamente. Según explicó Kelly Fast, oficial de defensa planetaria de la NASA, el asteroide tiene una órbita peculiar que lo lleva a recorrer el sistema solar interior, pasando cerca del Sol y de la Tierra, antes de alejarse hacia la región entre las órbitas de Marte y Júpiter.
Fast señaló que, aunque 2024 YR4 ha transitado por el sistema solar interior en ocasiones anteriores, no siempre coincidió con la posición de la Tierra, lo que dificultó su detección en el pasado. Este comportamiento orbital explica por qué el asteroide no había sido identificado hasta ahora.
Los astrónomos están trabajando intensamente para recopilar toda la información posible sobre este objeto antes de que desaparezca de la vista en abril de 2024. No se espera que vuelva a ser visible hasta el año 2028.
La próxima aproximación significativa de 2024 YR4 a la Tierra ocurrirá a finales de 2032, momento en el que los expertos esperan contar con datos más precisos para determinar si existe algún riesgo real de impacto. “La comunidad científica global continúa realizando observaciones”, afirmó Fast, quien destacó que el seguimiento de un asteroide requiere tiempo, ya que su posición en el cielo cambia constantemente».
La ONU activó el Protocolo de Seguridad Planetaria por primera vez en la historia.