Prueban la eficacia de sustancias para frenar el desarrollo y mal pronóstico del melanoma.
Investigadores del Centro Avanzado de Enfermedades Crónicas, ACCDiS, están probando la eficacia de nuevos fármacos y sustancias para frenar el desarrollo y mal pronóstico del melanoma, un cáncer a la piel de poca frecuencia pero altamente agresivo, que lleva al fallecimiento del 10% al 20% de los pacientes. Este problema, se ha incrementado en población chilena, con una prevalencia del 2.2% cada cien mil habitantes.
Los estudios, dirigidos por el Dr. Andrew Quest –codirector de ACCDiS- y la Dra. Lorena Lobos, se realizan en líneas celulares y animales de experimentación, focalizándose también en evitar la ramificación de este mal a otras zonas del organismo, algo que es muy común en este tipo de cáncer cuando se encuentra en una fase avanzada, e inclusive, después de ser extirpado mediante cirugía.
“Quisimos extrapolar lo que sucede en personas. Para ello, en un modelo de animal con melanoma, dejamos crecer el tumor y realizamos una intervención quirúrgica para extirpar la lesión maligna, tal como se realiza en humanos. Después de la cirugía evaluamos la reincidencia del tumor en el lugar original y la metástasis al pulmón. Lo que logramos con estos estudios fue recapitular los eventos que pueden ocurrir en pacientes tras una cirugía preventiva”, explica el Dr. Quest.
Lo más importante a juicio del investigador, es que el modelo se presta para evaluar diferentes tratamientos post-operatotios. “Antes de cerrar la herida, hemos aplicado distintos fármacos e inhibidores de forma local para ver si con ello podíamos frenar el crecimiento del cáncer y la metástasis. Hasta el momento hemos visto que algunos fármacos han sido muy promisorios, logrando prácticamente, bloquear este crecimiento de células malignas”, comenta.
Uno de los objetivos de los científicos a futuro, a través de este modelo experimental, es desarrollar un kit de apoyo a los cirujanos, que pueda ser utilizado durante la operación de melanoma y mediante el cual, las sustancias aplicadas logren proteger al paciente. En ese sentido, otra de las metas –cuyo trabajo ya se realiza en conjunto con el Dr. Marcelo Kogan- es generar herramientas de nanomedicina, a través del suministro de pequeñas partículas terapéuticas, capaces de eliminar las células cancerosas. “El melanoma es un cáncer muy agresivo y por eso, lo fundamental es evitar la metástasis, ayudando a salvar la vida de tantos pacientes”, comenta el científico.
CAVEOLINA: PROTEÍNA CLAVE
Estos estudios también se fundamentan en los recientes hallazgos de los Dres. Quest y Lobos, entre los que destacan la detección de una proteína en el organismo llamada Caveolina, y que durante el desarrollo de la enfermedad cumpliría un rol dual, de acuerdo a los investigadores. Esto es, actuando como supresor de tumores en estados tempranos, y como un detonador de la metástasis en las fases más avanzadas del cáncer.
Dicha dualidad para Caveolina fue descrita por primera vez en Chile. Actualmente, se trabaja intensamente en detectar genes y proteínas, que puedan operar según el entorno celular y el estado, ya sea como promotores o bien, como supresores de cáncer. “Entender estos mecanismos es muy importante para el desarrollo de tratamientos exitosos”, señala del Dr. Quest.
En ese contexto, los científicos de ACCDiS han evaluados cientos de líneas celulares de melanoma y también en tejidos, pudiendo comprobar que a medida que el melanoma se vuelve más agresivo, existe un aumento progresivo en la expresión de Caveolina. “Con estas observaciones, que fueron recientemente publicadas en una revista internacional, pudimos demostrar que la expresión de Caveolina en melanoma humano es un factor de riesgo para la sobrevivencia de la persona, constituyéndose en un importante marcador biológico de mal pronóstico”.
Este mismo proceso también pudieron observarlo en los animales de experimentación, viendo cómo al expresar Caveolina en melanomas se suprimía formación de tumores, mientras que al inyectar las mismas células en el flujo sanguíneo, Caveolina incrementaba su agresividad, generando más metástasis al pulmón. Por otro lado, analizaron las distintas etapas de la lesión en muestras humanas, desde melanocito –fase inicial-, hasta melanoma, pudiendo comprobar el aumento en la expresión de la proteína a la medida que avanzaba la enfermedad.
Por esta razón, para la Dra. Lorena Lobos, uno de los blancos a inhibir mediante fármacos y sustancias sería justamente Caveolina. Al respecto, los investigadores también descubrieron que la función supresora de tumores que tiene esta proteína requería de la presencia de otra proteína llamada Ecaderina. Esta unión benéfica funciona en los estados iniciales del Melanoma, pero en etapas más tardías la expresión de Ecaderina también se ve disminuida.
A pesar de todos estos descubrimientos, el Dr. Quest señala que también hay otros marcadores que podrían estar involucrados, por lo que es importante dilucidar el panorama y seguir explorando alternativas de tratamiento. Además, ambos investigadores concuerdan en que cada paciente es diferente y por tanto, el escenario también puede variar de acuerdo a ello.
LESIONES MALIGNAS EN LA PIEL
El melanoma es un tumor maligno que se desarrolla a partir de células pigmentadas de la piel, aunque en ocasiones también puede presentarse a nivel ocular y en la boca. Para identificar estas lesiones sospechosas en lunares o manchas, hay características claves que pueden resumirse como el ABCD del melanoma. A: asimetría del lunar; B: bordes irregulares; C: color heterogéneo, y D: diámetro sobre los 6 mm.
Si bien éste es un cáncer de baja frecuencia, su agresividad es alta, con una tasa de mortalidad de entre 10% a 20% de la población afectada, según documenta la guía científica Canceronline 2.0, elaboradora por el Dr. Flavio Salazar y otros especialistas chilenos en cáncer. Sin embargo, el documento también señala que cuando se detecta en fases tempranas, éste puede tener un “muy buen pronóstico, con mejoría de alrededor de un 85% de los pacientes con la simple extirpación quirúrgica”.
Además del factor genético, algunos elementos que promueven su incidencia se vinculan al progresivo deterioro de la capa de ozono y la mayor exposición a los rayos solares. Según comenta el Dr. Quest, esta situación puede verse con frecuencia en países como Australia, cuyos habitantes poseen diez veces más riesgo de padecer melanoma que un chileno, constituyéndose en el país con mayor incidencia de esta patología en todo el mundo.
En nuestro país, las mayores cifras de pacientes se reportan en el sur de Chile. Esto, por la apertura en la capa de ozono y el tipo de piel “más clara o con menos pigmentación, que predomina en esta población”, de acuerdo al Dr. Quest.
Ante este escenario el autocuidado es fundamental, lo que implica evitar la sobreexposición a los rayos solares, utilizar bloqueador solar y estar atento a las lesiones sospechosas. Asimismo, deben prestar especial atención las personas con pieles muy blancas o pecosas, y ante cualquier sospecha, consultar de inmediato a un especialista.
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