Hallan vicuñas descueradas en el sector de Calajalata, zona de Chilcaya, en Parinacota.
CAZA
Luego de cinco años sin existir registros constatados de caza furtiva de vicuñas, la CONAF detectó dos animales descuerados y muertos por armamento de fuego, lo que evidenció la presencia de cazadores furtivos en la región.
El hallazgo se dio en medio de las actividades que efectuaba un equipo de guardaparques para el recuento anual de vicuñas, cuando uno de los miembros del equipo recorría la zona de Chilcaya, al interior del Monumento Natural Salar de Surire. Específicamente en el sector Calajalata, del cerro del mismo nombre que se ubica en el límite norte del Monumento, halló dos ejemplares desollados, una hembra y un macho.
Las vicuñas de Parinacota corresponden a la subespecie Vicugna vicugna mensalis, cuyas poblaciones se concentran en nuestra región, la que abarca un 97 por ciento de la población de vicuñas a nivel país. El tres por ciento restante se distribuye entre las regiones de Tarapacá, Antofagasta y Atacama y corresponde a la subespecie Vicugna vicugna vicugna. La fibra de vicuña alcanza altos precios a nivel internacional, y el comercio informal alienta a cazadores furtivos, tal como ocurrió hace algunos meses en la Región de Antofagasta, en la Reserva Nacional Los Flamencos, donde se hallaron veinte vicuñas muertas.
Guillermo Cisternas, director regional de CONAF, lamentó la situación e informó que junto con oficiar de la situación a las autoridades provinciales y sectoriales, así como a los servicios pertinentes, tales como el SAG, Carabineros y la Brigada investigadora de delitos contra el medioambiente y el patrimonio cultural (Bidema) de la PDI. Asimismo indicó que con esta última repartición se coordinarán acciones para acentuar los patrullajes a la zona.
Por su parte Arturo Gómez, jefe del Área Putre, expresó que “como equipo de funcionarios de la provincia lamentamos profundamente este hecho de caza furtiva, somos pocas personas para estas áreas demasiado extensas, pero igualmente vamos a reforzar los patrullajes hacia estos lugares más alejados y conflictivos”.
Tras la intervención gubernamental de CONAF iniciada en la década del 70 en la región, comenzó una recuperación de la especie. En la actualidad y si bien la población de vicuñas de Arica y Parinacota está calificada como de Preocupación Menor por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y como Fuera de peligro según el Libro Rojo de los Vertebrados Terrestres para Chile, la especie sigue formando parte de los listados de especies con problemas de conservación, y por ello existe un Plan de trabajo dedicado a su monitoreo. En el resto de las regiones (I a III), la vicuña sigue figurando En Peligro de Extinción, por sus bajas poblaciones.
El trabajo censal de parte de CONAF, el que se realiza desde 1975, considera recorridos vehiculares y a pie en una extensión de 4.900 km2, y se extenderá por 21 días, finalizando hacia fines de octubre.