Presentó Conaf en contra de responsables, por la quema de las siete hectáreas de vegetación en Altos de Belén.
LLARETA
Una querella contra quienes resulten responsables del incendio forestal que afectó a casi siete hectáreas de vegetación, y dio como saldo 467 llaretas dañadas en el sector Altos de Belén, presentó el director regional de CONAF, Guillermo Cisternas, en representación de la entidad forestal.
El directivo precisó que “aunque a lo largo del tiempo las llaretas han sufrido diversos daños por la acción del ser humano, no existen registros conocidos de impactos por fuego en esta especie, de la envergadura del incendio ocurrido el pasado 23 de septiembre. Si tomamos en cuenta que se trata de una especie protegida, con problemas de conservación por su clasificación de Vulnerable, y agregamos que se contabilizaron 467 ejemplares quemados, ya sea total o parcialmente, estamos hablando de un hecho altamente sensible para nuestra biodiversidad regional”, subrayó.
Cisternas resaltó que la legislación contempla diversos tipos de sanciones a raíz de la pérdida de los recursos vegetacionales por causa de incendios. La querella contra quien o quienes resulten responsables, detalla los instrumentos legales tales como el artículo 476 del Código Penal, que en su numeral tercero indica que “se castigará con presidio mayor en cualquiera de sus grados a quien incendiare bosques, mieses, pastos, montes, cierros, plantío o formaciones xerofíticas de aquellas definidas en la ley N° 20.283”, es decir la Ley de Bosque Nativo.
La presentación hecha ante el Juzgado de Garantías de Arica, invoca también la Ley 20.653 que aumentó las sanciones a responsables de incendios forestales, modificando el Artículo 22 de la Ley de Bosques del año 1931, estableciendo sanciones pecuniarias que van desde una a 250 Unidades Tributarias Mensuales. El mismo cuerpo legal, agregó también el concepto de “formaciones xerofíticas” entre los tipos de vegetación que alcanza la normativa contra los incendios forestales, siendo precisamente la llareta una formación xerofítica característica de nuestra región. El concepto se refiere a aquellas formaciones vegetales especialmente adaptadas a climas secos, áridos o semiáridos.