Primeras palabras del nuevo Obispo de la Diócesis San Marcos, recién nombrado por el Papa Francisco.
El nuevo Obispo de Arica, presbítero Moisés Carlos Atisha Contreras, envió su primer mensaje a la comunidad ariqueña, luego de conocer su nombramiento como la primera autoridad eclesiástica de esta Región.
“Quiero dirigir un saludo a la Diócesis de San Marcos de Arica. Esta mañana conversé con su Administrador Diocesano, y le conté que desde que supe la noticia han estado muy presentes en mi oración. Ha sido una ocasión de agradecer a Dios por esta elección, por este nuevo servicio, por este invitarme a caminar en la diócesis de Arica acompañando los dolores, pero también los gozos y alegrías del pueblo cristiano, para intentar ser testigo del Evangelio mirando el ejemplo que nos está dando el Papa Francisco”, precisó.
Tuvo palabras de agradecimiento hacia el Cardenal Ricardo Ezzati, Arzobispo de Santiago y Pdte. de la Conferencia Episcopal de Chile, “por la confianza y los encargos pastorales que me ha regalado aquí en Santiago y pido a Dios que me haga ser dócil para caminar junto a quienes necesitan ser acompañados en Arica”.
A su vez, el Cardenal Ezzati manifestó que “Arica es la primera diócesis grande del norte de Chile. Está en una zona geográfica muy significativa. Al padre Moisés le tocará cuidar como primera gran tarea la Diócesis de Arica, además de integrar la Conferencia Episcopal de Chile, tendrá también la tarea de ser un obispo cercano, que haga de puente con los hermanos obispos de Perú y Bolivia”.
NOTA BIBLIOGRÁFICA DEL NUEVO OBISPO
El presbítero Moisés Carlos Atisha Contreras nació en Santiago de Chile el 27 de febrero de 1969.
Hizo sus estudios primarios y medios en el Colegio Hispano Americano.
Ingresó al Seminario Menor de la Orden de los Clérigos Regulares Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías (Orden de los Padres Escolapios) para el postulantado, el noviciado y los estudios en vista al sacerdocio, que cursó en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Después del Noviciado, el 13 de marzo de 1988 hizo su primera profesión religiosa y el 8 de diciembre de 1993 hizo su profesión solemne.
El 25 de marzo de 1994 fue ordenado diácono en Santiago por Mons. Pablo Lizama Riquelme, entonces obispo de Melipilla y en la actualidad arzobispo de Antofagasta.
El 14 de diciembre de 1994 recibió la ordenación sacerdotal en la capilla del Colegio Hispanoamericano en Santiago, de manos de Mons. Sergio Valech Aldunate, obispo auxiliar de Santiago de Chile.
En su Instituto se ha desempeñado en el ámbito educativo y como acompañante espiritual del Colegio Hispano Americano y Colegio Calasanz.
En 1998 pidió la autorización para vivir fuera de su comunidad religiosa y fue acogido por el arzobispo de Santiago de Chile, Card. Francisco Javier Errázuriz Ossa, quien lo destinó al servicio pastoral, primero como vicario parroquial y luego como párroco de la parroquia Jesús Servidor.
El 8 de junio de 2001, la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica le concedió el indulto para dejar la orden de los Escolapios e incardinarse en la arquidiócesis de Santiago de Chile; en el mismo año el Card. Errázuriz le concedió la incardinación.
En la arquidiócesis de Santiago realizó su ministerio en la parroquia Jesús Servidor: primero como vicario parroquial (1999-2001) y posteriormente como párroco (2001-2010).
Desde marzo de 2010 es párroco de la parroquia Ascensión del Señor, en la Zona Oeste de la arquidiócesis de Santiago de Chile, y desde marzo de 2013 es también responsable de la Oficina Pastoral de Denuncias del Arzobispado de Santiago de Chile (OPADE).
sido Director de la Comisión Nacional de Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal de Chile.
El 21 de noviembre de 2014 ha sido nombrado Obispo de la diócesis de San Marcos de Arica.
La Nunciatura Apostólica informó, además, de otras disposiciones pontificias las que pueden ser revisadas en la nota de la Conferencia Episcopal: