Para este viernes 05 de diciembre se postergó el despegue, desde Cabo Cañaveral, en Florida. Se trata de la primera misión de Nasa desde el Apolo que va al espacio profundo.
NASA
Se postergó para este viernes 5 de diciembre a las 12,05 GMT el despegue desde Cabo Cañaveral, en Florida, de un cohete Delta IV, el cual será el encargado de poner en órbita a la cápsula Orión, en el que será el primer vuelo de prueba de la cápsula espacial. Además, será la primera misión desde el Apolo en llevar una nave espacial construida para humanos al espacio profundo, la primera vez que las naves espaciales de nueva generación de la NASA sean probadas para hacer frente a los retos del espacio, y la primera prueba para el escudo térmico protector de la cápsula, que tendrá que soportar temperaturas de hasta 2.200ºC.
Una vez lanzado, Orión será enviado a 5.800 kilómetros de altitud más allá de la superficie de la Tierra. Durante las dos órbitas previstas, una misión de cuatro horas, los ingenieros evaluarán los sistemas críticos para la seguridad de la tripulación, el sistema de interrupción de lanzamiento, el escudo de calor y el sistema de paracaídas. Los datos recogidos durante la misión influirán en las decisiones de diseño y validación de los modelos informáticos existentes. El vuelo también reducirá los riesgos y los costos de la misión en general para futuros vuelos de Orión.
La cápsula volverá a entrar en la atmósfera terrestre a velocidades cercanas a 30.000 kilómetros por hora, generando temperaturas de hasta 2.200 ºC, antes de amerizar en el Océano Pacífico.
La cápsula Orión, construida por la compañía Lockheed Martin, está diseñada para llevar a los seres humanos más lejos que nunca. La nave espacial será el vehículo de exploración que llevará a los astronautas al espacio y proporcionará un seguro regreso de las misiones en el espacio.
“Orion es la nave de exploración de la NASA, y está vinculada con el sistema de lanzamiento espacial, o SLS, cohete que nos permitirá explorar el sistema solar”, dijo Mark Geyer, director del programa de Orión, con base en el Centro Espacial Johnson en Houston.
La NASA está desarrollando las capacidades necesarias para enviar humanos a un asteroide en 2025 y a Marte en la década de 2030. Este vuelo de prueba de Orión servirá para poder seguir desarrollando la tecnología necesaria para estos grandes retos.
Marte es un destino rico para el descubrimiento científico y la exploración robótica y humana a medida que ampliamos nuestra presencia en el sistema solar. Su formación y evolución son comparables a la Tierra, lo que ayuda a aprender más sobre la historia y el futuro de nuestro propio planeta. Marte tenía condiciones adecuadas para la vida en su pasado. La exploración futura podría descubrir pruebas de vida, respondiendo a uno de los misterios fundamentales del cosmos: ¿Existe vida más allá de la Tierra?
Mientras los exploradores robóticos han estudiado Marte durante más de 40 años, el camino de la NASA para la exploración humana de Marte comienza en la baja órbita terrestre a bordo de la Estación Espacial Internacional. Los astronautas en el laboratorio orbital están ayudando a probar muchas de las tecnologías y sistemas de comunicación necesarios para las misiones humanas al espacio profundo, incluyendo Marte. La estación espacial también avanza nuestra comprensión de cómo el cuerpo cambia en el espacio y la forma de proteger la salud de los astronautas.
Nuestro próximo paso es el espacio profundo, donde la NASA enviará una misión robótica para capturar y redirigir un asteroide en órbita alrededor de la luna. Los astronautas a bordo de la nave espacial Orion explorarán el asteroide en la década de 2020, y regresarán a la Tierra con muestras. Esta experiencia en vuelos espaciales tripulados más allá de la baja órbita de la Tierra ayudará a la NASA a probar nuevos sistemas y capacidades, como el sistema de Propulsión Eléctrica, el cual será necesario para enviar carga como parte de las misiones humanas a Marte.
Pero para poder alcanzar estos grandes retos, quedan por delante unos años de trabajo en los cuales serán decisivos los datos que se recogerán durante el primer vuelo de prueba de Orión, el cual mostrará el camino a seguir para poder avanzar en futuros vuelos de prueba.